Un nuevo premio surge en el frondoso jardín de galardones del mundo editorial y literario español. Se trata del premio para noveles de Bruguera, inspirado por la división de libros del Grupo Zeta, que pretende dar a conocer a nuevos talentos y prestar atención a autores literarios que aún no hayan tenido gran difusión. El objetivo principal es "crear calidad literaria por encima de lo comercial", según Ana María Moix, directora literaria de la editorial, que anuncia una reaparición por todo lo alto para el próximo año.

Con una dotación de 12.000 euros y una primera edición de 8.000 ejemplares de la obra ganadora, el premio tiene una característica que lo hace único: la decisión sobre el texto vencedor corresponderá a una sola persona, que cambiará cada año. En la primera edición desempeñará esta labor uno de los narradores españoles más reconocidos, Eduardo Mendoza, autor de novelas como La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los prodigios .

El galardón se concederá a un relato de ficción escrito originalmente en castellano por un autor novel que no haya publicado más de dos obras, y con una extensión mínima de 150 folios. El plazo para la presentación de manuscritos finaliza el próximo 31 de diciembre; el premio se conocerá en la primera quincena de febrero del 2006 y la obra se publicará a comienzos del mes de abril.

DESCUBRIR TALENTOS El padrino del galardón, que se confiesa un lector "caótico y arbitrario" pero constante, conoce como veterano del oficio casi todas las dificultades con las que se va a encontrar. Desde apostar por un original que luego no guste al público hasta dar el premio a alguien que no sea tan novel como exigen las bases del premio. La propuesta de la división de libros de Zeta le atrajo porque quizá le permita descubrir a un nuevo talento. En todo caso, la experiencia acumulada le lleva al popular escritor a entender cada vez menos las razones del

éxito o del fracaso de los algunas obras.

Mendoza ha sido el primer elegido para conceder el premio porque es un autor "de calidad pero no mediático", y sobre todo tiene "trayectoria literaria, criterio en el gusto y es un buen lector", características perfiladas por Ana María Moix. Ambos escritores junto a Julián León, director editorial del Grupo Zeta, presentaron ayer en Madrid este nuevo galardón que nace con vocación modesta pero de permanecer al margen de modas o efectos mediáticos.

MARGEN DE LIBERTAD "Entiendo mi función como un haz lo que te dé la gana´", explicó el autor de El año del diluvio , expresando así el margen de autonomía que tiene para una tarea de "mucho trabajo y cierta tensión". La modesta cantidad con que está dotado el premio, añadió, "me da cierta libertad". Su papel será el de un "manos limpias", en palabras de Moix, y no habrá "más transacción que sus propios gustos", según León.

La imagen de Mendoza en los próximos cuatro meses será la de un hombre con la cara pegada a unos folios. Tendrá que leer mucho y está abierto a toda clase de experiencias que los originales le puedan aportar. El autor de El laberinto de las aceitunas sabe que el mundo de los premios y de la edición está muy vinculado a la respuesta mediática de los autores y a las modas literarias que nadie sabe cómo se imponen. A propósito de la más reciente, el escritor catalán y creador de La ciudad de los prodigios responde cargado de ironía cuando se le pregunta si se compromete a que sus gustos literarios no sean determinantes en el veredicto final: "No me comprometo a nada ni siquiera a rechazar la novela histórica".