Cientos de miles de residentes en los estados de Misisipí, Alabama, Luisiana y Florida (EEUU) fueron exhortados anoche por las autoridades locales a evacuar sus hogares ante el avance del huracán Iván hacia sus costas, tras causar 71 muertos y graves daños materiales en los países caribeños que ha arrasado durante el fin de semana.

Sus vientos de más de 230 kilómetros por hora azotaron la isla de Cuba el lunes por la noche, y ayer amenazaban las costas estadounidenses, desde las doradas playas de Florida occidental hasta la ciudad de Nueva Orleans, cuyo millón de residentes fueron advertidos de la conveniencia de evacuarla.

"Esta es una tormenta muy peligrosa", explicó el alcalde Ray Nagin, advirtiendo a los vecinos de Nueva Orleans de que los daños podrían ser muy graves incluso si Iván pasa a 160 kilómetros de la ciudad del jazz. El huracán tiene una fuerza 4 sobre un máximo de 5.

Las cinco horas que Iván tardó en cruzar el canal de Yucatán fueron angustiosas, tanto para los escasos habitantes del extremo occidental de la isla de Cuba, como para los lugareños y visitantes de la punta oriental de México, donde se encuentra el centro turístico de Cancún. Todavía en la mañana de ayer, la mitad occidental de Cuba y el norte de la península de Yucatán estaban siendo azotados por vientos huracanados y lluvias torrenciales, que provocaron destrozos e inundaciones y dejaron incomunicados diversos vecindarios, aunque la calma regresó horas más tarde.

Iván , el quinto ciclón de la temporada, ha castigado ya, entre otros países, a Barbados, Colombia, Granada, Haití, Jamaica, y la República Dominicana.