La búsqueda de la zona cero de la gripe mexicana se extiende. Investigadores estadounidenses estudian la posibilidad de que el A/H1N1 naciera al norte de la frontera y no al sur como se ha asumido hasta ahora, y basan sus tesis en dos casos detectados en California que pudieron comenzar a finales de marzo, antes de las dos primeras infecciones confirmadas en México.

Hace días, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) informó de que el primer caso del que se tuvo conocimiento en EEUU era el de un niño de 10 años de San Diego. Ayer, The Wall Street Journal dio más detalles sobre ese positivo y sobre otro identificado, lo que divide a partes iguales entre EEUU y México las cuatro primeras infecciones confirmadas, planteando a los científicos las dudas sobre el origen del virus. Los dos primeros casos estadounidenses se detectaron a principios de abril, cuando científicos del Centro de Investigación Sanitaria de la Marina realizaban en San Diego unos ensayos sobre un diagnóstico de la gripe.

Las muestras tomadas al niño de 10 años y a otra niña de 9 confirmaron la presencia de un virus desconocido, por lo que se enviaron al CDC el 14 y el 17 de abril. La preocupación en el centro de Atlanta fue inmediata. Los dos menores vivían a casi 260 kilómetros de distancia. Ninguno de los dos había estado en contacto con cerdos. Y cabía la posibilidad de que los niños se hubieran contagiado de otros humanos.

PANDEMIA PREVISTA Esa alarma llevó al CDC a contactar con Michele Ginsberg, responsable de epidemiología del Departamento de salud pública de San Diego, que según el Journal , avisó a sus empleados de que podían estar ante "the big one ", la pandemia gripal que hace tiempo predicen los expertos.