Megan Meier quería tener una cuenta en la web de MySpace. Lo ansiaba tanto que rogó a su madre que ese fuera su regalo por su 14 cumpleaños. Y tuvo la cuenta, pero no llegó a cumplir los 14. En un sonado caso de ciberacoso en el que están implicados adultos por crear un joven falso en internet, Megan se quitó la vida el 16 de octubre del 2006 colgándose con un cinturón en un armario de su casa de Dardenne Prairie, un suburbio de O´Fallon, en Misuri (EEUU).

Desde entonces, el ya conocido como caso del suicidio de MySpace no ha desaparecido de la prensa de EEUU, de conversaciones, de blogs y de debates sobre internet, legislación y responsabilidades en la era digital. Y el jueves resurgió con fuerza cuando un gran jurado federal de Los Angeles presentó cargos contra Lori Drew, la mujer de 49 años y vecina de los Meier que se entrometió en una disputa entre su hija y Megan.

Drew creó a Josh Evans, el supuesto joven de 16 años, que primero se ganó cibernéticamente la amistad de Megan para acabar atacándola, lo que empujó al suicidio a la adolescente. Esta tenía problemas de autoestima causados sobre todo por su peso y había recibido tratamiento psiquiátrico (algo que Lori Drew sabía).

Inicialmente, cuando la fiscalía de Misuri estudió el caso, no halló argumentos suficientes para acusar a los Drew (se sabe, por ejemplo, que varias personas además de Lori escribieron mensajes en nombre de Josh). Ahora, las autoridades han hallado un recoveco legal en una ley federal contra el fraude informático que pueden aplicar porque MySpace está basado en California.

Gracias a esa ley, el gran jurado ha llegado a la conclusión de que Drew --que deberá comparecer ante el tribunal en junio-- violó las condiciones de MySpace, que requiere, entre otras cosas, ofrecer "información verdadera" al registrarse. Se enfrenta a un cargo de conspiración y a tres más por acceder a un ordenador sin autorización y cruzando vías interestatales para obtener información e infligir angustia emocional.

No hay casi nadie que crea que el caso pueda aguantar en los tribunales y muchos expertos en derecho e internet alertan de que puede establecer peligrosos precedentes. "Esta es una lectura novedosa y extrema de lo que la ley prohíbe", ha dicho Wired Jennifer Granick, directora de libertades civiles en la Electronic Frontier Foundation. "Decir que violas una ley criminal por registrarte en internet para hablar con un nombre falso es muy problemático y, probablemente, es una lectura inconstitucional de la ley".

La dirección de MySpace asegura que la compañía "no tolera el ciberacoso y está cooperando plenamente con la fiscalía".