En los últimos 25 años ha surgido, dentro de la Iglesia católica, un verdadero ejército paralelo, formado por movimientos religiosos de cariz iluminado y a veces integrista. Algunos ya existían desde el siglo pasado y otros, la mayoría, nacieron en la onda del Concilio Vaticano II, entorno a las instituciones eclesiásticas. Pero a partir del año 1978 proliferaron otros muchos, principalmente entre jóvenes, alentados por el Papa superstar, a quien las agencias de estudios de mercado atribuían un alto grado de sex appeal . Los movimientos más recientes escapan a veces al control de los obispos diocesanos, porque Wojtyla les animó a crecer espontáneamente . "Vosotros sois la dimensión carismática de la Iglesia", les dijo.

MOVILIZACION DE JOVENES Nadie conoce su número exacto, ni siquiera el Vaticano, ya que algunos catalizan a su vez a otros y a más aún, hasta formar una cadena desconocida. Con tan sólo unos 6.000, el Werkgroep Katholieke Jongeren de Holanda es capaz de movilizar a cientos de miles de jóvenes en todo el mundo.

Los grupos más recientes están formados por jóvenes y muchos tomaron forma entorno a las Jornadas Mundiales de la Juventud, verdaderas rave religiosas que acompañaban los viajes del Papa. Cuando en el año 1998 Wojtyla los reunió en San Pedro llegaron casi 200.000 personas, representando a 56 grupos. "Sois un desafío a la cultura que reclama modelos de vida sin Dios", les dijo. Según opinan varios sociólogos, la clave del éxito ha sido "no haber aligerado el mensaje cristiano, sino al contrario". Escribió el Papa: "Los jóvenes no rechazan las respuestas exigentes, las esperan".

LOS MAS COMBATIVOS Entre los movimientos más iluminados o combativos están los focolares (fundado en 1943, presente en 182 naciones, 110.000 miembros), Comunión y Liberación (1954, 150.000), Movimiento de Vida Cristiana (1985, 14.000), Luz y Vida (1950, en 13 países), Regnum Christi (1941, 47.000), Catholic Fraternity (1990, 30.000), Werkgroep Katholieke Jongeren (1978, 6.000), Couples for Christ (1981, 700.000), Neocatecumenales (1974, 15.000 grupos) y la Comunidad de san Egidio (1968, 17.000).

Muchos grupos han proliferado mayormente en el sur pobre del mundo, donde abundan las sectas pentecostales y anticatólicas desde que, a partir de 1970, EEUU dejó de considerar a la Iglesia como una "aliada fiable" (Acta de Santa Fe, firmada por Ronald Reagan).

Juan Pablo II será recordado como un papa abierto en temas sociales y políticos, pero cerrado de puertas hacia dentro de la iglesia. Algunos pensadores explican que Karol Wojtyla tenía una idea inmóvil de la Iglesia. Es divina y punto. De ahí, dicen, procedía su religiosidad y su mismo léxico, de cariz intimistas y alejados de lo moderno.

Ha dado popularidad a la Iglesia, pero sin tocar sus estructuras, ancladas a un mundo aún dividido en dos bloques, cuando la informática era de cosa de pocos y la mayoría de los católicos aún eran practicantes. "La de Wojtyla es una iglesia sin reformas", escribió el jurista católico Carlo Cardia.