El asesino del naipe de Madrid, que ha matado desde el pasado 5 de febrero a tres personas con armas de fuego, volverá a actuar. Y lo hará en breve. Entre el primer y el segundo crimen dejó pasar un mes. El tercero lo cometió a los 11 días. En él, mató a un hombre en Arganda y dejó herida a una mujer. Para perpetrar un nuevo asesinato tardará todavía menos. Así lo pronosticaron ayer los expertos en criminología, quienes aseguraron que el delincuente no es un loco, sino "cualquier joven con una vida normal".

Los especialistas explicaron que el asesino --buscado por 150 agentes en exclusiva-- no es un enfermo mental sino un psicópata criminal. Es decir, una persona que puede dormir sin remordimiento después de haber realizado una masacre sin móvil aparente.

UN HOMBRE SOLITARIO

El psiquiatra José Miguel Gaona añadió que el asesino del naipe --que siempre deja una carta de copas como macabra firma-- es, con toda probabilidad, un "hombre solitario que vive independiente o con sus padres, que tiene entre los 20 y los 28 años, un trabajo inestable, una existencia normal y cierto adiestramiento militar". A su juicio, puede ser cualquiera, "desde tu vecino hasta tu compañero de trabajo". "Volverá a actuar. Y lo más probable es que deje su firma. Es decir, un tiro en la cabeza y un cinco de copas", concluyó.

"El asesino está disfrutando con lo que hace. Y seguirá matando", añadió Carlos Berbell, coautor del libro Psicópatas criminales . "Se excita mucho con todos los reportajes periodísticos que hablan de él. Se cree Dios porque, además, consigue despistar a la policía".

Los investigadores, de momento, no tienen muchas pistas sobre el caso, a pesar de que se ha realizado un retrato robot gracias al testimonio de Ana y Eduardo, la pareja de ecuatorianos contra los que el criminal disparó --aunque no mató-- el 7 de marzo y a los que arrojó el dos de copas. En este tiroteo el asesino utilizó el mismo tipo de arma, de origen ruso, que en el primero, según la agencia Efe.

Fuentes de la Delegación del Gobierno añadieron que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil "tienen abiertas todas las hipótesis".