Entre los pueblos extremeños de especial encanto se encuentra Magacela, a apenas un suspiro de Villanueva de la Serena y Don Benito. Con tan solo 600 habitantes, Magacela es una de las muchas localidades de la comunidad extremeña que multiplican vecinos en verano.

La época estival es propicia para que proliferen actividades para entretener a autóctonos y forasteros. Un ejemplo lo tenemos en la denominada Milla Vertical. Una carrera cuya principal peculiaridad se resume en su nombre. Es corta en su trayecto, pero especialmente dura por su alto desnivel. Los participantes salen del denominado Barrio de Pajares y ascienden hasta el castillo de Magacela recorriendo 1.609 metros de longitud y un desnivel de 200 metros de altura.

Tras dejar atrás esa milla vertical el pasado fin de semana, los habitantes de Magacela se embarcan en otra cita que arrancó el año pasado y que los días 17 y 18 de agosto llega a su segunda edición. Magacela posee rincones en los que parece haberse detenido el tiempo en la Edad Media. Ese es precisamente el principal gancho de Magadieval, ambientación árabe-medieval del conjunto histórico de este municipio pacense.

La alcaldesa de la localidad, Inés María Escobar, destaca la buena acogida que registró el evento en su primera edición y se quiere potenciar con la entrega altruista de los vecinos y la colaboración económica del ayuntamiento, la Diputación pacense, la Consejería de Cultura y la universidad popular.

Los propios habitantes de Magacela se confeccionan sus trajes, preparan dulces, aprenden danzas medievales, guían paseos en burro, engalanan las calles con antigüedades conservadas en cada casa y participan en el mercado medieval.

Por las noches las calles se adornan con antorchas creando un ambiente muy acogedor y propio de la época.La primera edición cuadruplicó la población del pueblo. Esta segunda edición arranca el 17 de agosto a las 18.00 horas con la apertura del mercado medieval. Una hora después se leerá el pregón y comenzará el desfile y la ambientación por el mercado y las calles del casco histórico. Desde las 20.30 horas habrá juegos medievales, un teatro de guiñol y danzas de la época. Mendigos, aguadoras y juglares, entre otros personajes, sorprenderán en cada rincón del conjunto histórico.

Estos actos se repetirán el sábado 18 de agosto. El grupo Atakama ambientará el pueblo con brujas, acróbatas, contorsionistas y fuego. Otros actores se transformarán en juglares, malabaristas, músicos, percusionistas o bailarinas de la danza del vientre. Los actos se completan con paseos en burro, visitas a las casas típicas y jornadas de tapas medievales en las distintas tabernas, además de poder degustar churros y repostería.