Un drama familiar en plena guerra civil revive ante el espectador en El frío fatal de las horas , que Francisco Acedo estrena mañana viernes en el Gran Teatro de Cáceres (21.00). La obra supone el debut como grupo profesional de Tetrápolis, con larga trayectoria en el ámbito del teatro de aficionado, que en esa etapa ya estrenó el primer drama del escritor extremeño, El divino desengaño .

"En esta obra confluyen dos obsesiones mías: la disgregación familiar y los espacios cerrados", explicó a este diario Acedo. A ello ha sumado la guerra civil en un momento en que se están abriendo fosas de represaliados por el bando franquista durante el conflicto y posteriormente. "Es hora de romper el acuerdo tácito de la Transición de no hablar de este pasado".

En El frío fatal de las horas , la acción arranca con la toma por tropas del bando de Franco de un pueblo. Allí se reencuentran, en el interior de un cárcel, una escritora socialista y su hermana, adscrita a la Sección Femenina, de Falange; una exalcalde de izquierda y un joven de origen humilde procedente de UGT y afiliado a Falange. El motor de la obra es el intento de recuperar los lazos familiares más allá de las ideologías.

La obra, que se presentó ayer en el Gran Teatro cacereño, se desarrolla en un espacio único y claustrofóbico, una improvisada cárcel franquista, explicó el director del montaje José Antonio Raynaud, para el que el texto propone una mirada hacia un período de nuestra historia no suficientemente analizado, informa Efe.

CANTO A LA MEMORIA

Para Acedo, su texto es un "canto a la memoria y a la sangre" y una forma de decir que no hay que olvidar, sino enfrentarse al pasado para superarlo.

El frío fatal de las horas , que interpretan Susana Pedrazo, Pilar Montero, Susana Prieto y Nacho N., se representará hasta fin de año en Zafra, Trujillo y Alburquerque. Su autor redactó tres versiones de la obra, que en su fase de ensayos ha sufrido muy pocos cambios.

Acedo, concejal socialista en el Ayuntamiento de Cáceres, ha publicado un libro de poemas y estrenado pequeñas piezas teatrales con Tetrápolis, que con El divino desengaño obtuvo 14 premios y 4 menciones en certámenes nacionales. Según el escritor extremeño, "el teatro tiene que entretener e invitar a la reflexión, aunque sigo creyendo que el arte es algo inútil".