Actor y músico, el malagueño Toni Zenet fue el joven Picasso en una serie de televisión. Ha vivido tantas vidas que el tesón le ha valido para lograr este año el Premio de la Música al mejor actor revelación. Esta noche demostrará por qué en el Mercantil de Badajoz y mañana en la sala Karibia de Madroñera.

--¿Ha cambiado su vida desde que consiguió ese galardón?

--Más que cambiarme la vida, lo que se van cumpliendo son una serie de objetivos. La vida de un artista siempre es la misma, andar de un lado para otro. Hay muchas ilusiones cumplidas y me siento muy orgulloso.

--¿Es más actor, músico o buscavidas?

--Estoy en medio de todo. La música ha ido paralela a mi vida de actor, lo que más he hecho.

--¿Qué tienen que ver Los Mares de China con un tipo del barrio malagueño de Pedregalejo?

--Elegimos este título buscando entre las frases de las canciones. Es un disco viajero, pirata, que huele a humo, whisky, club y sitio portuario. Nosotros también somos un poco piratillas.

--¿Volverá algún día o se quedará con el asfalto de Madrid?

--Vengo de Málaga, donde hemos estado presentando el libro de Javier Ojeda, vocalista de Danza Invisible, sobre los 50 años de música pop malagueña. Tengo el honor de que me hayan colocado en las últimas páginas.

--¿Qué siente cuando vuelve?

--Como en casa. Todo el mundo me conoce. La cocinera sale a saludarme y con mi niño pequeño veo cómo calafatean las barcas y se apañan las redes.

--Cuánto le ha costado llegar...

--La vida es un periplo. Decidí una ruta complicada por pura vocación. Siempre he sido un cabezón. Un día dije que ésta tenía que ser mi vida y que el objetivo había que perseguirlo constantemente. El mundo del arte no está hecho para los cobardes.

--¿Le sobra energía?

--Un escenario es un estado natural. Me lo paso muy bien, aunque me tengo que contener un poco. Soy un tipo inquieto. La gente se contagia de lo que bien que lo pasamos.

--¿A qué le suena Extremadura?

--Es la gran bella desconocida. Me siento muy vinculado. Parece que ha estado ahí siempre y que nadie se acordaba de ella. Mi mujer tiene familia muy cerca de Alcántara, con una finca y cada vez que puedo voy para allá. La belleza de la dehesa haciendo la romería de Guadalupe es especial. Ojalá que Extremadura se mantenga tan bonita y tan bella.

--¿Qué le queda por hacer?

--Todo. Para empezar, el siguiente disco. Ya estamos componiendo los temas. Estoy loco por colaborar con algunos artistas, igual que con Miguel Poveda. De todas formas, no hace falta tener éxito para mezclarte con artistas.

--¿Qué propone?

--Es un formato muy especial, con guitarra y voz, más flamenco. Me gusta mucho hacerlo con el maestro Taboada porque nos devuelve a los orígenes. La intimidad y la desnudez de la voz van a hacer que la gente escuche las piezas tal como nacieron.