En la actualidad en España existen casi 40.000 embriones congelados pero que no pueden ser utilizados para reproducción por tener ya más de cinco años ni tampoco destruidos porque la ley no lo permite. Precisamente, estos embriones son los candidatos ideales para empezar a investigar.

Sin embargo, de consolidarse esta línea, serían insuficientes para el tratamiento, haciéndose entonces necesario la creación específica de embriones destinados a este fin, un supuesto que de entrada la Unión Europea descarta para financiar proyectos.