Un empresario de la construcción, definido como de tipo medio, abrió a primera hora de la mañana de ayer la puerta de su furgoneta, estacionada en Vallecas, y acabó herido grave. Alguien, no se sabe quién, había colocado en el vehículo un pequeño artefacto explosivo dentro de un tetrabrick. El envase se encontraba en el hueco de la cerradura de la furgoneta y estalló cuando David J.G., la víctima, fue a retirarlo para abrir el automóvil. Resultado: pérdida de varias falanges de la mano derecha y una herida en el costado derecho, a la altura del tórax, con posible fractura de costilla.

Todo apunta a que se trata de un asunto personal. La policía descartó rápidamente que el suceso tuviera relación con algún acto terrorista, ni tampoco con un ajuste de cuentas.