Lauro Sánchez Serrano, un conocido empresario de la noche madrileña, propietario de locales de copas, restaurantes y gimnasios, es una de las 25 personas detenidas en la operación de la Policía Nacional que ha permitido desmantelar en Madrid, en el marco de la operación Colapso, el mayor laboratorio clandestino de cocaína conocido hasta hoy en Europa.

Este empresario era quien, según fuentes de la investigación, se encargaba de distribuir, a través de su red de negocios de ocio, la droga elaborada en este laboratorio, situado en la localidad madrileña de Villanueva de Perales.

Para ello el detenido contaba con la colaboración de dos hermanos, dueños de un taller de Paracuellos del Jarama que, por medio de otros contactos en toda España, repartían las importantes cantidades de cocaína que producía el laboratorio desmantelado.

Según han informado fuentes policiales, Sánchez intentó introducir en España dos barcos cargados con droga.