--Fue directora de informativos de TVE del 90 al 96, los últimos años de Felipe. ¿Era una televisión de partido?

--Honestamente, no. El gran reto fue aguantar la presión del PP y de los medios afines, que exigían que TVE se sumara al coro mediático que quería demonizar al Gobierno y a Felipe. Pero TVE no estaba para eso. Nunca se dio una información sin contrastar y mucha pretendida noticia era amarillismo, o calumnia.

--¿La presionó Felipe para favorecer al Gobierno?

--Jamás. Mire, el general Sáenz de Santamaría había hecho una declaración sobre los GAL de gobiernos anteriores y le comenté a Rubalcaba que íbamos a hacer un reportaje a partir del impagable archivo de TVE. Me pidió que no lo hiciera.

--Pero hablaba con Felipe.

--Nunca presionó. Solo hablando del 50 aniversario de la guerra civil me aconsejó cuidado. No convenía reabrir heridas.

--Usted vio en primera fila el divorcio entre Felipe y Guerra.

--Recuerdo que una vez Luis del Olmo --ahora voy a gusto a su programa-- me llamó "rata guerrista". Pero comprendí las razones de Felipe. La sintonía entre dos personajes que fueron complementarios se acabó.

--Recuerda la frase de Guerra: "Yo cocino los platos que él González sirve". ¿Se quedó cojo sin Guerra?

--Solo era una frase. Alfonso tuvo mucho poder y era un gran negociador. Y Felipe es un gran comunicador que inspira confianza. Felipe podía sobrevivir sin Guerra y sin el aparato. Lo cierto es que se inclinó por los renovadores. La campaña del 96 la hizo solo con Maravall.

--La de la dulce derrota.

--En el terrible 93, salió a ganar y ganó. Luego vino la legislatura del 93 al 96. Y creo que llegó a interiorizar que la derecha no aguantaría cuatro años más sin tocar poder, que podía tomar caminos irresponsables. Que quizá era bueno que gobernara. Y se dejó ganar.

--Cuesta creerlo.

--Por eso habla de dulce derrota. Un esfuerzo final... y ganaba. Luego se arrepintió.

--Arzalluz es el político del que recoge más entrevistas. ¿Fascinada?

--Creo que las mismas que con Fraga, cinco. Es un político que cree en las ideas y que está dispuesto a pagar un precio por mantenerlas. A no maquillarse.

--¿Felipe o Zapatero?

--Hay una diferencia generacional. Felipe da más valor a la reflexión. Incluso le costaba tomar la decisión de cesar. Y no quería crear problemas. Ejemplo: le costó la decisión del aborto, pero la tomó.

--No hay entrevista con Aznar.

--No la he hecho para El País. La hice para Informe Semanal después del atentado. Fue difícil. Tenía una gran desconfianza; creía que cada pregunta era una trampa. Quedó bien y me llamó para agradecerla. Pero a los tres días me puso a parir.