La pacense María Méndez realiza una tesis en la Uex sobre el comportamiento de la mujer como espectadora deportiva, en la que define una estética femenina propia a la hora de animar.

--¿Ha perdido sentido la canción ´Los domingos por el fútbol me abandonas...´?

--Está desfasada, aunque el desembarco masivo de la mujer en el mundo del fútbol es un fenómeno muy reciente.

--¿Reproducen ellas el comportamiento violento del hombre?

--Es muy similar. Hay mucha violencia verbal por parte de las mujeres. He visto mujeres de clase alta comportándose de forma muy exaltada, algo inimaginable en su vida diaria. La masa influye poderosamente en el comportamiento individual. Además, la violencia forma parte coyuntural del fútbol. No solo desde el campo; también desde las directivas se fomenta.

--¿Hay mujeres dentro de las hinchadas radicales?

--Dentro de los ´hooligans´ hay mujeres radicales, que luego tienen sus trabajos normales.

--¿Y emplean también ellas la violencia explícita?

--Yo creo que sí, porque algo he visto. Pero ése es, precisamente, el objeto de mi tesis, que aún no he terminado, por eso no quiero ser excesivamente concluyente.

--¿Hay una horquilla de edad o una clase social concreta?

--Hay de todo: madres con niños pequeños, adolescentes, mujeres mayores... Tampoco predomina una clase social determinada.

--¿Tiene esto que ver con la conversión de los futbolistas en iconos publicitarios?

--Una gran mayoría de mujeres sigue el fútbol por ello. No sé si ahora que Beckham se marcha, las españolas dejarán de seguir al Real Madrid. Siguen a futbolistas concretos al margen del equipo al que pertenezcan.

--¿El Real Madrid ha sido el centro de atención femenina?

--Los ´galácticos´ han hecho que así sea. La mujer se guía en este sentido por patrones estéticos.

--¿Sigue la mujer estereotipos masculinos dentro del campo?

--Nos comportamos como ellos.

--¿Son ellas más desinhibidas?

--Sin duda. La mujer a la más mínima oportunidad se desnuda, se pinta la bandera en el cuerpo, se libera de ropa. La mujer traslada el colorido y el espectáculo a la grada.