La misma persona que ayer irrumpió a tiros en la comandancia de Albacete estuvo encargado durante años de la seguridad del rey Juan Carlos durante sus vacaciones en Mallorca. Con 51 años, separado y sin hijos, Antonio Peñafiel "vivía para su trabajo y era hijo del cuerpo", como lo definieron ayer algunos de sus antiguos subordinados. El padre del teniente coronel también fue guardia civil. Sus responsabilidades en la Benemérita lo llevaron a ser director de estudios de la academia del cuerpo en Valdemoro y a estar entre los agentes que participaron en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla en Guatemala. Su último destino parecía el más tranquilo, pero apenas duró un año.