Ha decidido encerrarse en su piso para protegerse de él. Asegura que siente pánico al pensar que puede aparecer en cualquier momento y pide "a gritos" que el juzgado tome medidas. "Que reaccione, que haga algo para que yo pueda criar a mis hijos en paz". Beatriz Merideño tiene 27 años, tres hijos y mucho miedo de que su excompañero sentimental cumpla la amenaza de matarla.

El más pequeño cumple hoy 6 meses. Es hijo de su presunto agresor, Ramón, de 31. "No puedo entender cómo permiten que siga viendo al crío cada semana cuando por sus actos es evidente que ese hombre no está capacitado para cuidar a un bebé", se queja la supuesta víctima, vecina de Puigcerd (Cerdanya). Beatriz Merideño explica que, hace 10 días, su expareja se presentó en su casa a pesar de que la juez le había prohibido acercarse a menos de 100 metros.

"Sonó el interfono y, al oír que era él, le dije que se marchase y entonces me avisó de que, si llamaba a los Mossos, me mataría", recordó.

Tras ser detenido y declarar ante el juez, quedó en libertad. Desde ese día, Beatriz sólo baja a la calle a recoger a sus hijos de 9 y 6 años cuando les ve llegar en el autobús escolar. "Tengo miedo por mí, pero sobre todo por ellos. ¿Qué haría si se presenta de repente? ¿Echar a correr con las tres criaturas?", se lamenta.

Beatriz se separó el pasado julio, después de sufrir continuos malos tratos físicos y psicológicos. La mujer narra cómo su exnovio la encerraba en casa, le quitaba el móvil para que no pudiese hablar con nadie o le acusaba de engañarle con otros hombres. La misma juez que decretó la orden de alejamiento en julio decidió, el 9 de agosto, que los Mossos d´Esquadra que la custodiasen las 24 horas del día: "La vigilancia estaba muy bien, pero no puedes hacer vida normal".