Prácticamente desnuda, con la cara y las manos ensangrentadas, el cuello amoratado, un gran mordisco en el brazo izquierdo y un sencillo tatuaje. Así encontró ayer una vecina de Reus (Baix Camp) el cadáver de María Mercedes P. V., de 33 años, hija de una conocida familia de comerciantes de la ciudad. El cuerpo estaba oculto dentro de un contenedor de basuras.

La autopsia, practicada durante la tarde de ayer, reveló que la mujer falleció estrangulada, y descartó una agresión sexual. Eso sí, recibió numerosos golpes.

La mujer sólo llevaba puesto el sujetador, pero conservaba todas las joyas, lo que permitió a los investigadores confirmar luego su identificación. Hasta el lugar se desplazaron inspectores del Grupo de Homicidios de la Policía de Barcelona, que colaborarán en la investigación con los de la comisaría de Reus. Los inspectores sospechan que el crimen se produjo pocas horas antes del hallazgo, y no muy lejos.

La ubicación del contenedor, en una calle transitada y con numerosas viviendas cercanas, hace sospechar a los agentes que el crimen se cometió a escasa distancia del lugar en el que se produjo el hallazgo. Retirado el cuerpo, los investigadores trasladaron el contenedor hasta las dependencias policiales.