José ha tenido mucha más suerte que Alba. Ayer fue dado de alta del Hospital del Vall d´Hebron donde ingresó, el domingo, deshidratado y aquejado de fuertes diarreas. Una analítica detectó la presencia de cocaína en su orina. Apenas 11 horas después, un juez decretó el ingreso en prisión incondicional y sin fianza de los padres del bebé, que ayer cumplió dos meses.

José, como Alba, --la niña de 5 años cuyo caso destapó las carencias del sistema de atención a los menores maltratados--, también es vecino de Montcada i Reixac (Vall¨s Occidental). En su caso, la maquinaria administrativa ha funcionado de manera tan acelerada que ayer durmió en un centro de acogida después de que la Generalitat retirara la custodia a los padres apenas cinco horas después de que ingresara en el hospital. Están acusados de un delito contra la salud pública.

Los padres de José, Dom¨nec y Miriam, de 21 y 20 años, sin antecedentes, trasladaron a su único hijo al Vall d´Hebron el domingo por la tarde. El personal de urgencias comprobó que ese mismo bebé ya había ingresado, la semana anterior, aquejado de apnea. Con los antecedentes, el hospital telefoneó a los juzgados. Casualmente, esa noche estaba en función de guardia el juzgado número cuatro, el mismo que en diciembre remitió por correo ordinario el oficio en el que solicitaba a los mossos que investigaran los malos tratos sufridos por Alba. Esa carta tardó 17 días en llegar.

El domingo el juez actuó con una celeridad inusual. Dos horas después del ingreso, telefoneó a los mossos y pidió que una patrulla fuese al hospital mientras llegaba el médico forense. Este certificó que el bebé llevaba más de dos semanas sin tomar leche materna, por lo que la ingesta de coca debió ser intencionada.

El informe del médico bastó para que el juez requiriera a los mossos que detuvieran a los padres. Aunque ayer no se difundió el auto de prisión de los padres, se sabe que admitieron ser cocainómanos y que el domingo habían ingerido una gran cantidad de alcohol.