La vida de Millvina Dean pudo haber sido muy breve. Las aguas heladas del océano Atlántico estuvieron a punto de convertirse en su tumba cuando apenas tenía nueve semanas. El bebé viajaba con su familia en el Titanic, el 15 de abril de 1912. Emigraban a América. En el naufragio más famoso en la historia de la navegación comercial pereció su padre, Bertram Dean, junto a otras 1.520 víctimas. Su madre, Georgetta, su hermano, Bert, y ella sobrevivieron al desastre, que marcó para siempre su larga existencia.

Millvina, la última superviviente del Titanic, falleció el pasado domingo en una residencia del condado inglés de Hampshire. Tenía 97 años y había nacido en Londres.

ACTUACION RAPIDA La familia embarcó en el puerto Southampton el 10 de abril de 1912 con otros 490 pasajeros de tercera clase. La rapidez con que actuó su padre, llevándoles rápido hasta los botes salvavidas, fue decisiva.

Tras permanecer varias horas en las aguas heladas, el Cunarder Carpathia les rescató. De vuelta a Inglaterra, el bebé se convirtió en la celebridad del día. Instalados en la granja de los abuelos maternos, Millvina supo que había estado en el Titanic al cumplir ocho años. Más tarde trabajaría como secretaria hasta su jubilación, en 1972.