"Preparados para trabajar". Esta afirmación resume a la perfección el ánimo con han llegado a Andorra cinco de los eritreos rescatados cerca de Malta por un pesquero español. Quien lo cuenta es Daniel, el único que chapurrea el inglés y que se atreve con los micrófonos y las cámaras. Ayer ejerció de portavoz de sus compañeros, Hagos, Habton, Tesfay y Aman. Unas horas después de su anhelado descanso y de una ruta guiada por la población de Ordino, los cinco africanos aún estaban aturdidos y desconcertados por la expectativa que han despertado. Los cinco son naturales de Asmara, la capital de Eritrea y tienen entre 27 y 34 años de edad. Su aventura comenzó allí hace casi un año. Salieron de Eritrea por el Sudán. Tres mil kilómetros después llegaron a Libia, donde trabajaron para conseguir los 1.100 dólares que les costó la plaza en la embarcación con destino a Europa. Desconocían en que país iban a desembarcar. Solo que se dirigían a un continente rico. Antes de ser rescatados por el ´Francisco y Catalina´ pasaron 13 días a la deriva. "Pasamos muchos peligros, estuvimos varias veces al borde la muerte", cuenta Daniel. Su agradecimiento más profundo está con el capitán del barco, y con los gobiernos español y andorrano. Cuatro son solteros. Tesfay ha dejado mujer y dos hijos en su país. "Nos fuimos de Eritrea, donde no se respetan los derechos humanos, para buscar un país en paz en el que podamos tener un futuro". Y no quieren perder el tiempo. Ya querían empezar a trabajar "de lo que sea".