Al coro de dirigentes eclesiásticos que han exteriorizado su descontento por los errores de la rehabilitación de los seguidores de Lefebvre se añadió ayer el obispo austriaco de Innsbruck, Manfred Scheuer, que pidió que la curia vaticana analice los "errores" cometidos.

Scheuer, en un tono inusual dentro de la jerarquía, se quejó de que las conferencias episcopales francesa y alemana, las más afectadas por la vuelta de la Fraternidad de Pío X al redil de la Iglesia, no hubiesen sido consultadas por el Vaticano antes de tomar la decisión de rehabilitar a los cuatro obispos integristas.