Internet, irreverencia, inmediatez e incertidumbre son las cuatro íes que explican la fórmula secreta de la generación Z, a la que pertenecen los estudiantes que afrontan ahora la selectividad, una generación 100% digital que ha dejado atrás a los 'millennials' (nacidos entre 1981 y 1993). ¿Cuántos son? ¿Cómo son? ¿Qué piensan? ¿Cómo actúan? ¿Cómo afrontan el futuro?

Los 'centennials' (nacidos entre 1994 y 2010) son la primera generación 100% digital. Para ellos, el mundo carece de fronteras. Son multiculturales y no se sienten intimidados ni en el mayor aeropuerto internacional del planeta. Han vivido su infancia en los años de la crisis económica global, han visto cómo sus padres lo han pasado mal en el entorno laboral, así que son ahorradores, realistas y menos optimistas frente al futuro. Antes que comprar, prefieren intercambiar, compartir o reciclar. Son pragmáticos, creativos, tolerantes y abiertos de mente. Eso sí, carecen de capacidad para concentrarse.

CUESTIONAN TODO

¿Cuántos son? Hablamos de unos ocho millones de personas en España, según los últimos datos del INE. Si la austeridad fue el rasgo principal de los niños de la posguerra, en la generación posterior (la del 'babyboom') fue la ambición. Mientras, la generación X (1965-1980) se caracterizó por la obsesión por el éxito y la Y (los 'millennials') por la frustración. En el caso de la generación Z, su marca principal es la irreverencia. Ellos se lo cuestionan todo, incluido el sistema educativo. "Han nacido con internet y tienen el poder del conocimiento, lo que les ha hecho perder el respeto y, por lo tanto, comportarse de manera irreverente con padres y profesores", sentencia el libro 'Generación Z' (Plataforma Actual), de Núria Vilanova (fundadora de la consultora de comunicación Atrevia) e Iñaki Ortega (director de Deusto Business School).

Los chavales que este año se examinan en la selectividad nacieron cuando España se rompía la cabeza con el ‘efecto 2000’, un temor tecnológico de dimensiones bárbaras que alertaba sobre la necesidad de actualizar los sistemas informáticos para entrar en el nuevo milenio y que finalmente se quedó en nada. Son jóvenes que han nacido con la tecnología omnipresente. "No consumen tecnología, simplemente viven en ella. Aprendieron a jugar con la tableta y a hacer clics antes que a hablar. Sus celebridades han nacido en Youtube y no en la televisión", destaca Marta Tena, profesora del IQS School of Management (Universitat Ramon Llull).

REDES SOCIALES

Ninguna otra generación ha tenido acceso a tanta información, pero eso no les convierte necesariamente en la generación mejor informada. Según la estadística del libro 'Generación Z', el 37% de los 'centennials' afirma que la realidad sociopolítica de España les preocupa bastante y procuran estar informados. Las omnipresentes redes sociales son un canal indispensable para ello. También para comprar y disfrutar del ocio, donde el alcohol -como en otras generaciones- está bastante presente.

No saben lo que es un vinilo. Ni un CD. Están acostumbrados a una inmensa oferta cultural 'online'. Consumen lo que quieren, cuando quieren y donde quieren. Desde críos juegan y hablan gracias a internet, donde resuelven sus dudas y buscan a sus ídolos. Están hiperconectados. El móvil -mucho más importante para ellos que la televisión- es el centro de su ecosistema, explican Vilanova y Ortega. "Los teléfonos ya no son dispositivos para hablar, sino el medio para estar conectado con el mundo". En España, la penetración de los 'smartphones' en la ‘generación móvil’ es del 95%. Una encuesta de Universia afirma que el 51% de estos jóvenes se consideran dependiente del móvil. Para el 37% es imprescindible llevarlo siempre encima. Más de la mitad prefieren perder el sentido del olfato antes que su acceso al ordenador o al 'smartphone', según otro estudio de la agencia de publicidad McCann.

EMPRENDEDORES QUE NO CALIENTAN LA SILLA

Cuando los jóvenes que estos días afrontan la selectividad finalicen sus carreras universitarias y entren en el mundo laboral, su actitud no se parecerá en nada a la de sus padres. Según los responsables de Recursos Humanos consultados por los autores de 'Generación Z', "los jóvenes quieren saber ahora cómo funciona la empresa, si ofrece formación, cuántas vacaciones hay y qué tipo de convenio disfrutan los trabajadores". No creen en calentar la silla ni en el hecho de estar presentes en la oficina muchas horas. Son la primera generación que no aspira a tener el mismo trabajo toda la vida. La flexibilidad laboral y el teletrabajo forman parte de su imaginario colectivo. Para ellos, el emprendimiento y el empleo por cuenta propia serán opciones igualmente válidas para cumplir con sus aspiraciones.

¿Se independizarán pronto de sus padres? No parece. No pueden económicamente y, además, "están contentos en el hogar familiar", destaca Gerard Costa, profesor de Esade Business and Law School. La familia, de hecho, está muy bien valorada por la generación Z. Un estudio del año pasado de AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación) aseguraba que para la gran mayoría de los jóvenes tener éxito en la vida supone “tener una familia feliz”.