Un acertijo: ¿En qué se parecen un organismo gubernamental británico de derechos humanos, una relevante asociación de musulmanes estadounidenses, el Papa y una agencia que asesora a organismos internacionales sobre la radiación? Los cuatro, por motivos jurídicos, religiosos o sanitarios, plantean profundas dudas al uso en los aeropuertos de los escáneres que desnudan al pasajero para descubrir si lleva explosivos pegados al cuerpo. En EEUU, Gran Bretaña, Holanda, Rusia, Nigeria, Francia y, desde hoy, Italia ya usan este método.

"Quizá sea ilegal", sostiene la Comisión de Derechos Humanos británica. Tanto el aeropuerto de Heathrow, en Londres, como el de Manchester cuentan con escáneres que desnudan. Los aplican de forma aleatoria a quienes viajan a Estados Unidos, pero sin garantías que impidan su uso discriminatorio.

La UE decidirá sobre la instalación de estos instrumentos en todo el territorio comunitario en junio, previa elaboración de un "código de conducta" que impida posibles discriminaciones.

LAS PEGAS DE LA COMISARIA Pero voces tan autorizadas como la de la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, manifiestan serias reservas. "Hay que evaluar su utilidad e impacto sobre la salud" --ha dicho--. Los escáneres tienen un considerable potencial invasivo sobre la intimidad". También José María Martínez de Pisón, catedrático de Filosofía del Derecho y rector de la Universidad de La Rioja opina que, "al examinar la trayectoria del Constitucional en materia de intimidad, puede interpretarse que si un ciudadano recurriese la instalación de escáneres, los magistrados quizá le diesen la razón. Aunque podría prevalecer la seguridad sobre la intimidad".

Existen dos tipos de escáneres corporales: los de ondas electromagnéticas y los de rayos X. Los primeros suscitan menos interrogantes sobre la salud, pero la imagen que muestran es menos fiable. Sobre los segundos, la entidad que asesora en materia radiactiva a organismos como la Comisión Europea o la OMS --el Interagency Committee on Radiation Safety-- concluye en un informe que el riesgo es "muy bajo", pero hay dos colectivos que deberían estar exentos: las embarazadas y los niños, sobre quienes también hay dudas por la protección a su imagen.

Por último, están las objeciones religiosas. "No hay que perder nunca de vista el respeto de la persona", dijo el Papa la semana pasada, poco después de que una de las principales asociaciones de musulmanes de EEUU, el Consejo Fiqh de Norteamérica, apuntase que los escáneres son "contrarios al islam", pues "el Corán pide a los creyentes que se cubran sus partes íntimas".