Mientras los 32 ocupantes del remolcador Montfalcó , seis tripulantes y 26 inmigrantes rescatados, enfilan ya su quinto día de una convivencia tan forzada como difí- cil, uno de los buques insignia de Salvamento Marítimo de España, el Clara Campoamor, navega hoy a su encuentro. El esfuerzo no habrá sido en vano porque el capitán del barco de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), el gallego Rubén Vázquez, aseguró ayer, vía telefónica, que, de no haber prestado ayuda a los sin papeles cuando su cayuco estaba a punto de hundirse en aguas libias, hoy "estarían muertos".

El Ministerio de Fomento prevé que el remolcador y el barco de Salvamento Marítimo se encuentren esta noche en aguas internacionales al sur de la isla italiana de Cerdeña. El buque de socorro zarpó a última hora de ayer de Palma de Mallorca. El Gobierno español --que se ha hecho cargo de los inmigrantes tras la inhibición de Malta, Libia e Italia-- no ha comunicado el puerto donde desembarcarán.

"Cuando los vimos les quedaban 12 horas porque la barca no tenía ni cinco metros y estaban los 26 metidos como sardinas en lata", relató ayer a RNE el capitán del Montfalcó . Al principio, de noche y completamente a oscuras, Vázquez desconfió. "El viernes por la tarde vi una luz muy tenue, una cosa muy rara. Me acerqué y vi que nos estaban abordando, pero no les era fáci", explicó. Horas después, al ver de qué tipo de embarcación se trataba, decidió subirlos para salvarles la vida. No iba desencaminado, porque después el frágil cayuco se partió por la mitad.

A partir de ese momento, todo lo que había en el barco, absolutamente todo, pasó de ser usado por seis personas a ser compartido por 32. Mantas, ropa de abrigo, víveres... y la preciada agua potable. Una patrullera de Malta, fletada por la embajada española, proveyó ayer al pesquero de agua, comida y mantas. Pero el capitán, haciendo acopio de previsión, dio instrucciones para racionar los víveres.

Florenci Macias, responsable de Naviera de Remolcadores y Servicios calificó de "lamentable que la UE no tenga organizado un sistema rápido de acogida y salvamento de esta gente" y esperó que el caso sirva de ejemplo al resto de naciones.