España anunció hoy su apuesta "rotunda y clara" por que la Unión Europea (UE) eleve su actual compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 20 al 30 por ciento, con respecto a los niveles de 1990. "España dice sí al 30 por ciento", afirmó hoy la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, en la cumbre de cambio climático en Cancún. Con este anuncio, España se suma a la disposición expresada en ese mismo sentido por Francia, Alemania, Gran Bretaña y Dinamarca. La UE se comprometió en 2009 durante la cumbre del cambio climático celebrada en la capital danesa a reducir sus emisiones de gases contaminantes el 20% y ahora está dispuesta a avanzar hacia el 30%. En breve, Aguilar se reunirá con los ministros europeos de Medio Ambiente para plantear el aumento del porcentaje de la reducción de los gases contaminantes. Advirtió, sin embargo, que dicho aumento del compromiso de la Unión Europea podría ser un "brindis al sol" en el caso de que el posible acuerdo de Cancún no esté bajo el paraguas de Naciones Unidas. En la anterior cumbre de Copenhague sólo se alcanzó un acuerdo político, firmado por 110 países, con lo cual no se asegura ni el control y ni el seguimiento de los compromisos de los países. Acompañada por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, la ministra añadió que en la cumbre existe la voluntad de avanzar hacia un "posible acuerdo necesario y deseado por España". Ahora, primer día del tramo ministerial de la reunión, "ha llegado el momento de hacer política con mayúsculas, y es el momento de que la UE y la cumbre política avance de forma decidida". Tras subrayar que no se puede dejar pasar la oportunidad que brinda la cumbre de Cancún para luchar contra el cambio climático, Aguilar indicó que España trabajará hasta "el último minuto para avanzar en los compromisos" y anclar el acuerdo político de la anterior reunión de Copenhague en un texto respaldado por la ONU. A su juicio, con los documentos de los negociadores encima de la mesa "hay posibilidades" de alcanzar un acuerdo, aunque "no es un texto acabado sino de partida, por lo que seguiremos trabajando en los aspectos clave" (financiación y compromisos de reducción). Además, subrayó que no se debe "dejar atrás" el Protocolo de Kioto sino que hay que "traerlo al futuro", algo que "no es fácil, es complejo, y se producen contradicciones que hay que superar". En la Cumbre de Cancún sobre el Cambio Climático, los países buscan lograr un acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto (1997) cuando expire dentro de dos años. Las divergencias sobre si se debe prorrogar o no ese protocolo, que entró en vigor hace cinco años y no ha sido ratificado por algunos países como EEUU y China, los mayores contaminadores del planeta, y sobre si debe ser vinculante también para las economías emergentes, se han convertido en el centro de la negociación. En cuanto a la postura de China y Estados Unidos en la cumbre de Cancún, la ministra explicó que se están produciendo "tímidos avances, con eso nos quedamos". Durante la cita de Copenhague, Estados Unidos propició un acuerdo con China, Brasil, Sudáfrica e India con compromisos voluntarios, que todavía no han puesto en práctica. Aguilar concluyó con su deseo de dar una oportunidad a la cumbre que se celebra hasta el día 10 en la ciudad mexicana, porque "a lo mejor nos llevamos una sorpresa", en alusión a las bajas expectativas que han rodeado desde el principio a esta reunión. Por su parte, la secretaria de Estado de Cambio Climático apuntó a que existen "posibilidades" de alcanzar acuerdos en todos los elementos en los que está dividida la negociación. "Aunque es verdad que muchas de las cuestiones concretas tendrán que resolverse el próximo año en Durban (Sudáfrica)", puntualizó.