El mercado de la cocaína en Europa está al alza. Todas los indicios apuntan a un incremento de la disponibilidad de esta droga, lo mismo que su pureza y España sigue siendo uno de los países de la Unión Europa que más la consumen. Son algunas de las conclusiones que figuran en el último informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías 2018 que sitúa al Estado español como el cuarto país de la UE con una mayor prevalencia de esta sustancia en el último año entre los jóvenes de 18 a 34 años y el cuarto también que más cannabis consume. En cambio, el peligro del consumo de los opioides aún no se concreta: España estaría entre los países con menos consumo, una cuarta parte que el Reino Unido.

Según las estimaciones del Observatorio, el número de jóvenes adultos que han probado alguna vez en su vida esta sustancia son ya 17 millones, de ellos 2,3 millones en los últimos doce meses con una prevalencia especialmente importante -por este orden- en el Reino Unido (4%), Dinamarca (3,9%), Holanda (3,7%) y España (3%), los cuatro países de la UE donde más se consume.

Un indicio que corrobora esta tendencia lo ofrece otro análisis reciente sobre las aguas residuales municipales elaborado también por este Observatorio, con sede en Lisboa. Según el mismo, Barcelona es una de las ciudades europeas analizadas donde más cocaína se consume: en el 2017, la que más, superando a Amsterdam y por delante de otras grandes ciudades europeas como Milán, Berlín o París, aunque en ese año no hay datos de la urbe con mayor consumo en años anteriores, Londres, y tampoco se ha analizado Madrid. También habría aumentado la presencia de éxtasis, anfetaminas y metanfetaminas, aunque en este caso por debajo de las cifras de otras ciudades..

Cambio en las rutas de entrada

Aunque tradicionalmente España y Portugal han sido la principal ruta de entrada de la cocaína procedente de América Latina por vía marítima la tendencia está cambiando. “Aunque sigue siendo importante, los datos de 2016 parecen atribuirle una menos importancia y en la actualidad se notifican grandes incautaciones en puertos de contenedores situados más al norte”, señala el Observatorio sobre una sustancia con un valor de mercado en 2013 casi 6.000 millones de euros.

Concretamente, en 2016 se registraron un total de 98.000 incautaciones (90.000 en 2015) de cocaína que ascendieron a 70,9 toneladas. El 43% (30 toneladas) de ellas tuvieron lugar, sin embargo, en Bélgica, que ha desplazado a España (15,6 toneladas) como el país que más incautaciones realiza, muy por delante de Francia (8,5 toneladas) y Reino Unido (5,7 toneladas).

“Las conclusiones de nuestro nuevo informe indican que Europa está sufriendo en la actualidad las consecuencias del incremento de la producción de cocaína en América Latina”, ha alertado el director del observatorio, Alexis Goosdeel que lo achaca a un aumento de la producción en los países andinos. Aunque no disponen de datos de todos los Estados miembros su análisis también revela un aumento del número de personas que han comenzado a recibir tratamiento contra la cocaína, 67.000 en 2016, y un incremento de la producción en Europa donde se han desmantelado laboratorios ilegales para el procesamiento de cocaína y de otras sustancias como el éxtasis.

El cannabis, la más consumida

Un año más, sin embargo, la droga ilegal más consumida en España y también en toda Europa sigue siendo el cannabis. Unos 17,2 millones de jóvenes (14%) han consumido esta sustancia en el último año, 88 millones en toda su vida, y alrededor del 1% de todos los europeos de 15 a 64 años la prueban a diario, el 37% de ellos de entre 35 y 64 años y tres cuartas partes hombres.

Por países, el Estado miembro con la mayor prevalencia es Francia (21,5%), seguido de Italia (20,7%), República checa (19,4%) y España (17,1%). La proporción de aquellos que la consumen diariamente varía enormemente, sin embargo, de una punta a la otra de Europa. En países como Letonia, Hungría o Rumanía son menos del 10% mientras que en España, Francia y Holanda superan el 60%.

Impacto de los cambios en Estados Unidos

El análisis también constata que el cannabis es la droga más decomisada por las autoridades públicas (763.000 incautaciones en 2016) y la incertidumbre que genera los cambios normativos en algunos lugares de América, incluida su legalización, que ha conducido a una rápida aparición de un mercado de cannabis comercial y recreativo, y que ha dado lugar a la innovación en los sistemas de distribución y el desarrollo de productos derivados -desde soluciones líquidas hasta productos comestibles y cepas de alta potencia- que pueden tener su impacto en Europa. “Es un desafío si esta tendencia sigue extendiéndose en Canadá, México o Colombia. Será imposible que no tenga un impacto en la forma de consumir aquí”, ha admitido Goosdeel.

En total, las autoridades europeas realizaron más de un millón de incautaciones en 2016. Se estima que más de 92 millones de adultos de entre 15 y 64 años han probado alguna droga ilegal a lo largo de su vida y que 1,3 millones recibieron tratamiento en 2016. A finales de 2017, el Observatorio vigilaba ya 670 nuevas sustancias psicoactivas (350 en 2013). El número de las nuevas sustancias que entran en el mercado ha descendido (98 en 2015 y 101 en 2014) pero aún así fueron 51, a un ritmo de una por semana.