España responsabilizó ayer a Gran Bretaña del naufragio del petrolero Prestige por tolerar que las actividades de Gibraltar

--adonde se dirigía el buque-- estén fuera de todo control. La Comisión Europea, por su parte, envió una carta a las autoridades británicas para averiguar las razones por las que no fue sometido a inspección en sus reiteradas escalas en la colonia.

El accidente de la embarcación frente a las costas gallegas es una consecuencia más de la desidia de Gran Bretaña con respecto a Gibraltar, donde "todo está permitido", según denunció en Bruselas el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel.

CARBURANTE PROHIBIDO

"Gibraltar no cumple las normas de medio ambiente de la UE, ni las directivas de mercado interior. Sus actividades están fuera de todo control", insistió De Miguel. El buque siniestrado, recordó el secretario de Estado, navegaba bajo pabellón de conveniencia de Bahamas, un país de la Commonwealth cuyo jefe de Estado sigue siendo la reina de Inglaterra.

El fuel que transportaba el Prestige, además, es un carburante de alto contenido de azufre no autorizado por la normativa comunitaria, dijo De Miguel. El frecuente tráfico de este carburante barato en Gibraltar, sobre todo para repostar buques rusos, causa numerosos vertidos contaminantes en la bahía de Algeciras, añadió el alto funcionario español.

La Embajada del Reino Unido en Madrid replicó que el navío accidentado sólo ha estado en Gibraltar una vez en los últimos cuatro años, y fue para repostar. Un portavoz de la sede diplomática añadió que la colonia tiene una reputación "excelente" en la aplicación de las directivas europeas, informa Efe.

La Comisión Europea, en cambio, informó de que el Prestige recaló varias veces en Gibraltar y que no pasó controles desde 1999. La actual legislación de la UE obliga a las autoridades de cada país a controlar el 25% de los buques que entran en sus puertos. Por ello, la Comisión Europea reclama saber por qué ese petrolero no había sido revisado en sus frecuentes visitas a Gibraltar, explicó el portavoz de la vicepresidenta responsable de Transportes y Energía, Loyola de Palacio.

El control de estas embarcaciones será obligatorio en cada visita a un puerto comunitario a partir de julio del 2003. Los viejos petroleros como éste --construido en 1976-- de casco simple tendrán prohibida la navegación en las aguas comunitarias e internacionales a partir del 2015.