La reforma del sistema universitario español está en marcha. El Consejo de Ministros estudió ayer la adaptación del sistema de titulaciones a la UE, que implicará un cambio en las licenciaturas y diplomaturas tradicionales a partir del año que viene, tanto en su nombre como en su duración. Las carreras podrán durar entre tres y cuatro años, según el tipo de titulación, y todos los alumnos que las superen obtendrán el mismo título, el de grado.

Tras el título de grado, los alumnos podrán cursar el posgrado, que conducirá a lo que ahora se conoce como máster. El doctorado, en principio, no sufrirá variaciones.

EXCEPCION EN MEDICINA La reorganización, que según anunció la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, se concretará en dos reales decretos, afectará a cerca de un millón de estudiantes universitarios. No modificará en principio la denominación actual de los estudios ni el esquema de la carrera de Medicina, que se rije por una directiva aparte y seguirá teniendo una duración de unos seis años.

MAYOR FLEXIBILIDAD Una de las principales novedades que introduce el texto del Gobierno, según explicó la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, es que deja flexibilidad para que las carreras puedan durar entre tres y cuatro años, por ejemplo tres y medio. El proyecto que elaboró el ejecutivo del PP establecía una duración fija de 3 y 4 años.

Las enseñanzas se estructurarán con un sistema de créditos, que supondrá una reducción en el caso de algunas licenciaturas actuales y una ampliación de algunas diplomaturas. El periodo para graduarse en el primer ciclo o "ciclo de grado" oscilará entre los 180 y los 240 créditos.

La cifra más elevada de créditos corresponde a carreras como Medicina o titulaciones para las que se requiera un proyecto de fin de carrera o prácticas tuteladas, como pasa en las ingenierías y en Arquitectura.

San Segundo subrayó que el objetivo es compatibilizar, de aquí al año 2010, el sistema universitario español con el llamado plan de Bolonia, al que se han incorporado otros 15 países europeos además de los 25 miembros de la UE. Se trata de adoptar un "sistema flexible de titulaciones, comprensible y comparable", en todos los países comunitarios, según reza el proyecto. El Ministerio de Educación y Ciencia incluye una partida de 6,6 millones de euros (1.100 millones de pesetas) en los presupuestos del 2005 para la adaptación.