El ministro de Fomento, José Blanco, ofreció ayer a sus homólogos europeos la posibilidad de usar los aeropuertos españoles como "plataforma intercontinental" de entrada y salida de aviones y ciudadanos comunitarios. El plan consiste en permitir a los pasajeros desembarcar en los aeródromos españoles y que, una vez en ellos, puedan utilizar los transportes terrestres, ferrocarriles o barcos para regresar a sus destinos. Blanco, presidente de la comisión de Transportes de la UE, dijo que, desde ayer, se está autorizando todo el tráfico aéreo posible y se han concedido todos los derechos de tráfico aéreo solicitados.

Inglaterra ha sido uno de los primeros países en aceptar la oferta. El Ejecutivo británico no descartó ayer, en la reunión de su comité de crisis, enviar a la marina para tratar de repatriar a los cientos de miles de atrapados por la cancelación de vuelos en distintos países de todo el mundo.

Además, la huelga de trabajadores de la compañía ferroviaria francesa SNCF ha dificultado a Renfe, según Blanco, la posibilidad de enlazar con Francia, Italia y Suiza y continuar los viajes hacia el centro del continente. El ministro pidió a los ciudadanos que comprendan la situación y tengan paciencia y explicó que se están potenciando todos los transportes, los de carretera y especialmente los marítimos, con especial incidencia en las islas, para que sea aumentada su capacidad.