Los ministros de Sanidad de España y Portugal alcanzaron ayer un acuerdo para avanzar hacia futuras compras centralizadas de medicamentos con el fin de abrir un espacio a los fármacos innovadores y garantizar la sostenibilidad de sus sistemas sanitarios.

Este es uno de los puntos acordados por la ministra Dolors Montserrat y su homologo portugués, Adalberto Campos Fernandes, en una reunión bilateral en la que han reforzado la colaboración de ambos países en el ámbito de la sanidad, de la que "se beneficiarán las 60 millones de personas que forman la península ibérica".

Así lo ha asegurado la ministra en una rueda de prensa en la que han explicado los acuerdos adoptados: uno de ellos, el de avanzar en una declaración de intenciones respecto a la compra centralizada de medicamentos, financiación y fijación de precios.

Para ello, primero tendrán que conocer con exactitud los dos sistemas de compras de cada país y con ese objetivo se intercambiarán expertos que diseñarán un procedimiento común.

Para llegar hasta ahí, los técnicos de ambos países seleccionarán un medicamento como "prueba piloto", que será un biosimilar, y después se realizará una evaluación, que podría estar ya a finales de año.

Con esos datos, se realizarán los protocolos correspondientes para coordinar los dos ministerios para futuras compras, que no buscan tanto "el ahorro", según la ministra, sino más bien que "ningún ciudadano se quede atrás en la incorporación y acceso de medicamentos innovadores y la sostenibilidad del sistema".

Otro de los puntos acordados en el encuentro se enmarca en el ámbito de la vigilancia ambiental, entomológica, epidemiológica y de investigación.

Los dos países, según Montserrat, quieren estar preparados ante la detección de cualquier enfermedad emergente y consideran fundamental esta cooperación al no existir fronteras reales entre ambos para las enfermedades transmitidas por los vectores.

"España y Portugal estamos preocupados y ocupados en seguir trabajando para controlar enfermedades infecciosas y al ser países limítrofes y ante la movilidad geográfica pueden extenderse con mayor facilidad", ha incidido la ministra.

Los dos ministerios trabajarán para identificar áreas de riesgo en las zonas transfronterizas, para monitorizar indicadores ambientales, como el cambio climático o la existencia de pantanos, que son habitas propicios para los vectores, sobre todo mosquitos y garrapatas.

Con este fin, según han detallado ambos ministros, los técnicos en salud colaborarán para identificar métodos comunes de vigilancia, compartirán datos para una detección precoz de presencia de mosquitos y adoptarán medidas conjuntas para reducir y controlar las poblaciones de vectores en las zonas fronterizas.