La cantidad de bebés que nacen en España con peso muy bajo se ha disparado en los últimos 17 años. Nada menos que el 171% más en el periodo 1980-2007, según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre salud, presentado ayer en París.

El estudio, que compara la situación de los 30 países más desarrollados, señala que mientras la mortalidad infantil se ha reducido notablemente --España está por debajo de la media-- el número de niños que nacen con bajo peso crece de forma alarmante, muy por encima de los países que le siguen. En Portugal y Japón han aumentado el 69,6% y el 86,5%, respectivamente. En la mayoría de los países esta estadística se sitúa entre el -20% y el 25%.

El tabaquismo y la avanzada edad de las madres son los factores que explican este fenómeno en un país donde tradicionalmente los bebés nacían con un peso superior a la media. Otra posible causa es el incremento de los tratamientos de fertilidad, muchas veces relacionados con la edad. Los niños con bajo peso tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades y de muerte.

Y si cuando nacen no pesan suficiente, cuando crecen les sobran kilos. El estudio indica que los niños obesos están por encima de la media de la OCDE, donde según datos recogidos en el 2005 y el 2006 se estima que uno de cada siete niños tiene sobrepeso. Muy por delante se sitúa EEUU, con uno de cada tres niños obeso. España, con el 16,7% de niños obesos, está en sexto lugar, detrás de EEUU, Canadá, Portugal, Grecia e Italia, lo que indica que los pequeños no disfrutan de una dieta mediterránea, que justamente hace que en el sur de Europa haya menos adultos obesos. La alimentación es precisamente uno de los elementos que explican la longevidad de las españolas, que están entre las mujeres con una esperanza de vida más alta, de 84,3 años.