La supervivencia de los enfermos sida ha aumentado trece años desde 1996, según un estudio en el que han participado once hospitales catalanes y de Baleares, que compara las esperanza de vida de las personas infectadas con la población general.

El trabajo coordinado por el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (C0EEISCAT) del Departamento de Salud, y publicado en The Lancet, demuestra que la mortalidad de las personas infectadas por el VIH ha caído en un 40% entre 1996-99 y 2003-05.

Según este trabajo, los resultados demuestran que en poco tiempo la situación ha mejorado de manera notable y que gracias a las nuevas terapias, más simples, efectivas y bien toleradas, el sida ha pasado de ser mortal a corto plazo a convertirse en una patología crónica.

Revela además que aunque la situación de las personas seropositivas ha mejorado mucho, su esperanza de vida sigue sin igualarse con la de la población general, ya que un joven de 20 años con la infección puede aspirar a vivir casi 20 años menos que un joven sin el VIH.

El trabajo recoge datos agrupados en tres periodos, 1996-99, 2000-02 y 2003-05, y señala que durante estos diez años murieron 2.056 pacientes, pero que gracias a los nuevos tratamientos la cifra de muertes por cada 1.000 personas se redujo de 16,3 a 10 entre los periodos 1996-99 y 2003-05.

Así, el número de años de vida perdidos se redujo, por los mismos periodos, de 366 a 189 por cada 1.000 pacientes, lo que significa que la mortalidad ha caído alrededor del 40% y la esperanza de vida ha aumentando una media en trece años.

Añade este trabajo que hay que tener en cuenta que en este promedio están incluidos subgrupos con peor pronóstico, como los consumidores de drogas intravenosas o aquellos con un recuento bajo de células CD4 al detectarles la infección.