La construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés) empezó en 1998 con el lanzamiento del módulo Zaria, de fabricación rusa, y prosiguió con la adición de nuevas piezas en un proceso lento de solemnidad y siempre amenazado por las restricciones económicas. Llegó incluso a temerse por su futuro. Sin embargo, el fin está cada vez más próximo: el transbordador Endeavour parte mañana hacia la ISS con dos piezas de fabricación europea que dejarán el complejo orbital casi acabado, al 90%, y le dotarán de siete ventanas y excelentes vistas panorámicas. Y también de un nuevo aseo sanitario y de una depuradora de aire, que no es poco.

Los dos nuevos elementos son el Nodo 3 o Tranquility, un gran pasillo multiusos con forma cilíndrica, y el Cupola, una especie de observatorio o torre de control que se acopla en un lateral del módulo anterior. Ambos elementos los han construido la Agencia Europea del Espacio (ESA) y el consorcio europeo Thales Alenia por encargo de la NASA.

El Endeavour se encuentra ya en la rampa de lanzamiento del centro espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, a la espera del inicio del viaje, previsto para las 10.39, hora española. Anoche todo funcionaba sin problemas.

La misión durará 12 días. Los seis tripulantes del Endeavour, cinco varones y una mujer, podrán saludar a sus seis colegas de la ISS a partir del martes.