Cuando era solo un candidato a presidente de Estados Unidos, Barack Obama aseguró una y otra vez que defendería la neutralidad en la red, el principio de que una pequeña startup o un bloguero tienen el derecho a entregar su contenido en internet a la misma velocidad y en las mismas condiciones que gigantes como Netflix o Amazon. "Una de las mejores cosas sobre internet es que ahí hay una increíble igualdad", decía, por ejemplo, en un acto de campaña en 2007. Ayer, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés y organismo cuyo actual presidente nombró Obama), echó por tierra esas promesas.

La FCC distribuía entre sus integrantes una propuesta redactada por su presidente, Tom Wheeler, que se dispone a alterar el principio de neutralidad en la red y crear un internet de dos velocidades. Según adelantaron el miércoles The Wall Street Journal y The New York Times , entre las normas planteadas está permitir en EEUU a proveedores de servicio de internet como Comcast y Verizon dar tratamiento preferente al tráfico de algunos proveedores de contenidos si estos les pagan más.

El símil que mejor permite entender la propuesta es el de una autopista. Si hasta ahora internet era como una carretera sin peajes y con carriles abiertos a todo el mundo, en un internet no neutral quien pueda pagar un peaje podrá circular por una vía más rápida cerrada al resto.

La filtración de la noticia puso inmediatamente en pie de guerra a organizaciones de consumidores y defensores de la neutralidad en la red. Desde la Unión Americana de Libertades Civiles se denunció, por ejemplo, que "se elevarán barreras a la innovación, se limitará el mercado de ideas en internet y los consumidores acabarán pagando el precio". Free Press, un grupo a favor de la neutralidad en la red, advertía que "será un desastre para startups, organizaciones sin ánimo de lucro y usuarios corrientes que no pueden permitirse este tipo de peajes innecesarios". Y en declaraciones al Journal el responsable de BitTorrent, Eric Klinker, alertaba de que "crear una vía rápida para los que se lo pueden permitir es, por su propia definición, discriminación".

EN DEFENSA DEL GOBIERNO Wheeler aseguraba que los temores son infundados y defendía que no hay un giro de 180 grados en la política. Insistía en que lo único que hace la FCC es adaptarse a una decisión de un tribunal federal que en enero, dando la razón a los proveedores de servicios de internet, tumbó los intentos de la comisión de crear reglas que garantizaran la neutralidad. Y subrayaba que se requerirá a esos ISP como Comcast o Verizon actuar de "manera comercialmente razonable", además de exigirles revelar cómo tratan todo el tráfico y en qué condiciones ofrecen las vías rápidas. "Las mismas reglas se aplicarán a todo el contenido de internet (...) y no se permitirá el comportamiento que daña a los consumidores o la competencia", aseguraba.

Nadie en la comunidad tecnológica y digital que defiende la neutralidad en la red está convencido por sus argumentos. No hay forma de especificar qué es "comercialmente razonable". Y se habla ya de censura, gubernamental o corporativa.