La mayoría de los mares están sobreexplotados desde un punto de vista pesquero, pero aquellos en los que se han puesto limitaciones a la pesca evolucionan favorablemente. Esta es al menos la principal conclusión de un estudio científico realizado en los dos últimos años y que se presenta hoy en la revista Science. Es decir, los mares están en peligro, pero hay esperanzas si las autoridades actúan con presteza. "Los océanos no son una causa perdida", resume Boris Worm, uno de los coordinadores del trabajo.

El estudio, dirigido por las universidades estadounidenses de Dalhousie y Washington, afirma que el nivel de explotación ha descendido en cinco de los diez grandes ecosistemas marinos analizados, con algunas zonas de Estados Unidos, Islandia y Nueva Zelanda a la cabeza de la recuperación.Aunque continúa la "preocupante tendencia al colapso de las reservas", los resultados del estudio demuestran que "nuestros océanos no son una causa perdida", señala uno de los autores principales, Boris Worm, de la Universidad de Dalhousie.

Pero "queda mucho camino por recorrer", según señaló Ray Hilborn, de la Universidad de Washington.