El Parlamento Europeo se opuso ayer formalmente a la autorización del uso en los aeropuertos de la Unión Europea de los escáneres que desnudan a los pasajeros, al considerar que no se ha valorado su efecto en los derechos fundamentales ni se han analizado sus riesgos para la salud. El líder del grupo socialista, Martin Schulz, llegó a afirmar que la pretensión de la Comisión Europea de autorizar los polémicos aparatos constituye una "locura". La resolución se aprobó con 361 votos a favor, 16 en contra y 181 abstenciones, y tuvo el respaldo de los grupos socialista, liberal, verde, Izquierda Unitaria y Europa de las Naciones y parte de los diputados populares.

Pese a que la resolución estaba promovida por un grupo de sus diputados, la dirección del grupo popular intentó aplazar cuatro semanas la votación con el argumento de que había que dar tiempo al Ejecutivo comunitario para explicar mejor su propuesta. Pero esa maniobra fue rechazada por 337 diputados.

ENVIAR UN MENSAJE "La Eurocámara no se opone a escuchar las precisiones del comisario de Transportes, Antonio Tajani, pero debe enviar ahora un mensaje claro al Consejo de Ministros sobre su oposición a esos escáneres --expuso Schulz--. Es una ofensa a la dignidad humana. El uso de esa tecnología no aporta más seguridad, es caer en una locura".

La resolución, sin caracter vinculante, señala que "no se dan las condiciones" para aprobar el uso de esos aparatos en los aeropuertos. La Comisión Europea inició en septiembre los trámites para colar de forma clandestina a través de una modificación en los normas básicas de seguridad aérea civil la autorización de tan controvertidas máquinas.

El Ejecutivo intentó escamotear el debate sobre la medida mediante el mecanismo de aprobación a través de los comités técnicos del Consejo de la UE.

La Eurocámara exige ahora que, antes de proseguir el trámite de la autorización, la Comisión Europea elabore un informe científico y médico sobre los riesgos para la salud y una evaluación del impacto en los derechos fundamentales, además de consultar a la agencia de protección de datos y realizar una estimación de costes y beneficios del uso del escáner. La resolución resalta que el aparato tendrá un gran impacto en la dignidad personal y pone en duda que esté justificado.

"Ha llegado el momento en que los responsables de transportes dejen de tomarnos por idiotas. No se pueden aprobar medidas de control de seres humanos como se aprobaría un nuevo sistema europeo de contar ganado", declaró el liberal Ignasi Guardans (CiU), resumiendo el malestar de toda la Eurocámara.

La Comisión Europea anunció que el próximo 6 de noviembre explicará en detalle a los eurodiputados su propuesta y se apresuró a asegurar que la utilización de esos aparatos por parte de los pasajeros y de los estados será "totalmente voluntaria". La Comisión Europea indicó que el estudio sobre los riesgos para la salud se realizaría en su caso después de la aprobación del uso del aparato.