El Parlamento Europeo rechazó ayer casi por unanimidad el controvertido proyecto de directiva comunitaria que abría la vía para poder patentar programas informáticos. El proyecto, pactado por el Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) y avalado por la Comisión Europea, fue rechazado por 648 votos, frente a 14 a favor y 18 abstenciones. La decisión sin precedentes de la Eurocámara supone el entierro definitivo del proyecto, que durante más de tres años ha enfrentado a las grandes corporaciones, como Microsoft, IBM o HP, con las pequeñas empresas informáticas y los defensores de los programas libres.

El rechazo total del polémico proyecto fue propiciado por la división de la Eurocámara sobre la cuestión. Una ligera mayoría de los eurodiputados, alrededor de un núcleo formado por la izquierda, consideraba que el texto era demasiado ambiguo y que hubiera abierto la puerta a patentar programas informáticos y conceder un "monopolio sobre las ideas y el conocimiento" a las grandes firmas informáticas. Pero este grupo no estaba seguro de obtener la mayoría absoluta necesaria para aprobar las enmiendas que forzaran al Consejo de Ministros de la UE a aceptar modificar el texto. Por ello, optó por rechazar el proyecto para evitar el riesgo de que pudiera aprobarse sin cambios.

La mayoría del grupo popular, los grupos conservadores y parte de los liberales respaldaban el texto del Consejo de Ministros de la UE, apoyado por las grandes firmas informáticas. Ante el temor a que la izquierda lograra imponer sus enmiendas para reforzar la prohibición de patentar programas, la derecha optó también por rechazar la directiva.

La legislación europea no permite patentar programas como si fueran inventos, porque conferiría un monopolio sobre el uso de fórmulas matemáticas y conocimientos comunes. No obstante, los programas están cubiertos por el copyright , cuya obtención es fácil y poco costosa.