Enumeradas una por una, las inundaciones que han tenido lugar en este 2007 parecen sacadas de alguna película catastrofista. Así, por ejemplo, entre junio y julio hubo cuatro monzones (el doble de lo normal en esa época del año), que dejaron la India, Pakistán y Bangladés como una gigantesca balsa. Estas lluvias, que continúan incluso a día de hoy, han sido las responsables de casi 2.000 muertes, más de 10 millones de desplazados y de la destrucción de enormes extensiones de cultivos. Europa tampoco quedó exonerada de las precipitaciones destructivas. En Inglaterra y Gales, llovio como nunca lo había hecho en su historia entre mayo y julio.