El binomio alcohol y carretera se ha consolidado como una combinación mortal muy difícil de erradicar contra la que intentan luchar los técnicos en seguridad vial de media Europa. Y, hasta ahora, no con muy buenos resultados.

En el Reino Unido e Irlanda, los únicos dos países de la UE en los que la tasa máxima sigue siendo de 0,4 miligramos de alcohol por litro de aire espirado --en España es 0,25--, ya se plantean reducirla. De hecho, en Irlanda, una comisión de expertos definirá el nuevo límite antes del 2009, mientras que los británicos se han mostrado favorables a la reducción que prepara. Lo que más preocupa ahora es la plaga de accidentes los fines de semana en los que están implicados jóvenes. Como medida adicional, la Cámara de los Comunes ha recomendado prohibir a los conductores noveles que puedan llevar pasajeros de madrugada.

En Italia, el repunte en la siniestralidad entre los más jóvenes ha hecho plantear la posibilidad de endurecer las sanciones para las alcoholemias. Entre 0,25 y 0,40 el castigo podría alcanzar los 2.000 euros, un mes de cárcel y la retirada del carnet hasta seis meses. También se ha puesto en marcha una campaña dirigida a los jóvenes de entre 18 y 35 años. Así, los días de fútbol reciben un SMS en su móvil con una frase del estilo: "Si bebes, no conduzcas". Los que conservan el SMS son sometidos a un control de alcohol y si dan negativo son premiados con entradas para el próximo partido.