El verano comienza oficialmente el próximo lunes y todavía no está nada claro si en España será una estación para tomar el sol sin descanso o para tener a mano el paraguas. Las previsiones presentadas ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), elaboradas por un programa europeo de predicción, insisten en un verano muy cálido y con unas precipitaciones por debajo de la media, mientras que las anunciadas por un organismo de la Administración estadounidense mantienen una previsión de temperaturas frescas y algo de lluvia.

Las previsiones meteorológicas a meses vista tienen una fiabilidad muy relativa, pero en pocas ocasiones hay una discrepancia tan acusada entre dos de los pesos pesados del sector: la Aemet basa su pronóstico en un modelo de cálculo elaborado por el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, institución científica sufragada por gobiernos comunitarios. Por su parte, la previsión oficial estadounidense procede del Centro de Predicción del Clima, dependiente de la poderosa Administración de la Atmósfera y los Océanos. Ambos utilizan para sus trabajos algunos de los ordenadores más poderosos de el mundo. Lo más sorprendente es que ambos modelos de cálculo dan resultados muy concluyentes. Los especialistas de la Aemet califican el pronóstico como bastante probable y aventuran incluso que el porcentaje de éxito es superior al 70%.