Sus beneficios ya no superan al riesgo de problemas cardiovasculares y ataques al corazón. Con este argumento la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) pidió ayer la suspensión del uso del antidiabético Avandia. La recomendación dejará en pocas semanas fuera del mercado europeo este medicamento, comercializado por la británica Glaxo Smith y que el año pasado facturó 920 millones de euros. La FDA (agencia estadounidense del medicamento) ya cuestionó el pasado mes de julio su seguridad. Esta agencia también anunció ayer que restringirá su uso y solo lo permitirá en pacientes con diabetes tipo 2 que no pueden controlar su enfermedad con ninguna otra medicación. Además, ha exigido la realización de una investigación independiente del fármaco.

10 AÑOS EN EL MERCADO La resolución, que llega a los diez años de la puesta en el mercado de este fármaco, afecta otros dos de la misma firma, Avandamet y Avaglim, que tienen el mismo principio activo (rosiglitazona). Los expertos de la Agencia Europea del Medicamento explicaron que la relativa frecuencia de episodios cardiacos en los enfermos diabéticos ha dificultado saber si se trataba de una consecuencia directa del fármaco o no y detectar sus efectos secundarios.

60.000 USUARIOS EN ESPAÑA Según la agencia española del medicamento (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, en la actualidad entre 60.000 y 80.000 españoles utilizan diariamente este fármaco para controlar su nivel de glucosa en sangre. No obstante, esto supone una pequeña parte del total de pacientes que utilizan antidiabéticos orales en España. La AEMPS recomendó ayer a los pacientes tratados con el fármaco Avandia que no deben interrumpir el tratamiento prescrito "sin el correspondiente asesoramiento médico".