Cada pasajero de avión le deja al planeta un regalo de más de 100 kilos de dióxido de carbono (CO2) por cada hora de vuelo. Y si cada año se hacen nueve millones de viajes en territorios europeos, no es de extrañar, pues, que el transporte aéreo contribuya en un 3% al total de emisiones de gases invernadero del continente. Además, están creciendo a un ritmo superior al de cualquier otra actividad humana. Estos datos, proporcionados por el Protocolo de Gases Invernadero y la Agencia Europea del Medioambiente, ponen de manifiesto el gran impacto ambiental de estos aparatos.

Mañana se presentará al Consejo de Competitividad de la Comisión Europea el Clean Sky, que propone sentar las bases de una nueva generación de aviones más ecológicos. Los primeros prototipos se prevén para dentro de siete años. La iniciativa, con un presupuesto de 1.700 millones, se enmarca en el Séptimo Programa Marco de la UE e implica a empresas aeronáuticas y aeroespaciales, como EADS-CASA y ITP, que actúan en España.

"Aunque una porción muy pequeña de la población mundial utiliza el avión, su impacto ambiental es grande", explica Peder Jensen, experto en transportes de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Las emisiones asociadas al transporte representan una cuarta parte del total y la fracción que corresponde a los aviones es cada vez más importante. En los últimos cinco años, por ejemplo, el Prat ha pasado de 20 a 30 millones de pasajeros anuales, mientras que en el de Girona el aumento ha sido de medio millón a 3,5 millones, según AENA. El crecimiento más rápido lo registran los aeropuertos pequeños gracias al fenómeno de los vuelos baratos.

El impacto ambiental, sin embargo, no depende solo de los vuelos. "Los aviones se mueven a una altura de entre 8 y 13 kilómetros, y la emisión de gases en la alta atmósfera multiplica los efectos nocivos". Efectivamente, además del CO2, producen óxidos de nitrógeno. Estos gases tienen una corta vida: si se emiten en tierra, no suelen llegar a la alta atmósfera, pero en el caso de los aviones tienen tiempo de actuar como gases invernadero: reflejan la luz y atrapan el calor antes de disiparse.

VALEN TRES VECES MAS "Por esta y otras razones, las emisiones de los aviones cuentan tres veces en términos de su impacto sobre el calentamiento". Esta es la proporción sugerida por el IPCC, el grupo de expertos de la ONU encargados de estudiar el cambio climático. "Recorrer una distancia en coche es sin duda más contaminante que hacerlo en avión. Sin embargo, hay que hacer la comparación con medios que compitan con el avión, como los trenes de alta velocidad. En este caso, el primero sale perdiendo".

"Clean Sky se propone reducir en un 50% el CO2 y en un 80% los óxidos de nitrógeno --explica Marco Brusati, de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea--. Pero hay mas fines: reducir a la mitad el ruido y optimizar el ciclo del vida de la nace, desde su diseño hasta el reciclaje de las piezas".

Una de las tecnologías más innovadoras es el ala inteligente. La pieza cambia de forma en función de las fases del vuelo, de manera que garantiza una aerodinámica óptima en cada momento y reduce así el consumo. Otro de los objetivos es rediseñar y modificar los materiales de los sistemas y los aparatos electrónicos para reducir su peso.

"Durante el aterrizaje, la mayor parte del ruido de los aviones se debe al rozamiento del avión con el aire. Entre los objetivos del proyecto está el diseño de sistemas y trayectorias de vuelo que reduzcan al mínimo la huella sonora del vehículo", dice Brusati. Finalmente, las investigaciones implicarán también a otros medios de transporte aéreo, como los helicópteros, vehículos que serán cada vez más importantes como conexiones de pequeña distancia.

PROPUESTAS En abril, una avioneta sin tripulación y propulsada por pilas de combustible, producida por el Centro Aeroespacial Alemán, surcó por primera vez los aires con éxito. El Centro de Investigación de Boeing en Madrid trabaja en un vehículo parecido, pero tripulado. Aunque las pilas de combustible, un sistema de propulsión limpio, no pueden suplir a los motores de aviones de pasajeros, podrían ser una opción para las fuentes de energía auxiliares.