Un incendio sin víctimas en el túnel bajo el Canal de la Mancha obligó ayer a suspender los servicios ferroviarios entre el Reino Unido y Francia, en ambas direcciones. SNCF, la compañía de ferrocarriles franceses, confiaba en poder restablecer el servicio a lo largo de esta manaña. Tanto en la estación londinense de Saint Pancras como en la parisina de la Gare du Nord, miles de pasajeros sufrieron las consecuencias de las cancelaciones.

El fuego, de origen accidental según los primeros indicios, se produjo pocos minutos antes de las dos de la tarde en un tren de mercancías, procedente de Folkestone, que se hallaba a 12 kilómetros de la salida francesa en Calais.

Las 32 personas sorprendidas por el siniestro, camioneros y otro personal, fueron evacuadas inmediatamente al túnel de servicio. 14 personas resultaron heridas de carácter leve con cortes por roturas de cristales e intoxicaciones leves. El fuego, según declaraciones del secretario de Estado francés de Transportes, Dominique Bussereau, habría comenzando en un camión cargado de fenol, una sustancia inflamable, aunque las circunstancias exactas de lo ocurrido están aún por determinar. Tres camiones, según los primeros datos, quedaron destruidos por las llamas.

Los ocho trenes que ese momento circulaban por la red tuvieron que detener su marcha y regresar a la estación de origen. Las ambulancias y servicios de rescate fueron movilizados a ambos lados del túnel. El incendio quedó controlado a media tarde por los equipos de bomberos de Calais, con refuerzos desde Kent.

La coincidencia del incendio con el séptimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre en EEUU y la falta de información disponible despertó cierta inquietud en los primeros momentos. Desde su inauguración en 1994, el túnel, que tiene 50 kilómetros y se tarda en cruzar una media hora, ha sufrido varios incidentes.