La elección de Caradache para el Iter no ha sido del agrado de todos. La exministra de Medio Ambiente Dominique Voynet calificó el proyecto de "costoso, peligroso y antiecológico". Dijo que no aporta "ninguna respuesta" al acceso a la energía en los países en vías de desarrollo.

Greenpeace puntualizó que la fusión nuclear no es una energía "limpia, ni segura, ni de bajo coste económico, sino que producirá importantes cantidades de residuos radiactivos e impactos para el medio ambiente".