Dos muertos, 21 heridos (cuatro de ellos de gravedad), 46 desalojados es el resultado y un edificio destruido y otros cuatro dañados es el resultado de la explosión de gas que se produjo en la madrugada de ayer en Santa Coloma de Gramenet (Barcelon¨s). Un error en el diagnóstico del escape y del riesgo que hicieron los técnicos, que pensaron que se trataba de una simple fuga en una conducción, hizo que los vecinos fueran confinados en sus casas en vez de ser evacuados antes de la explosión.

Una hora después de la llegada de cuatro técnicos de Gas Natural y los bomberos, a las 6.33 horas, una fuerte explosión destruyó por completo el edificio número 66 de la Rambla del Fondo. La fuerte deflagración, en los bajos del inmueble, causó la muerte de una vecina del mismo, de 26 años, que dormía en el primer piso, y de un empleado de Gas Natural, de 28 años, que trataba de determinar el origen de la fuga.

La alarma había saltado a las 5.14 horas, cuando un trabajador del metro de la estación del Fondo, telefoneó al 088 de los Mossos para advertir de un "fortísimo olor a gas" en la calle. Sólo un minuto después, un vecino alertó al 112 del olor que percibía desde de su casa.

LAS PESQUISAS Fuentes de la investigación dijeron a este diario que a las 5.37 horas llegaron al barrio un camión de bomberos y dos furgonetas, una de Gas Natural y otra de la firma Cobra, subcontratada por la gasística para hacer reparacionesLos cuatro técnicos detectaron que por una tapa de alcantarilla salía agua burbujeante que desprendía olor a gas.

Técnicos y bomberos trabajaron durante una hora con la hipótesis de que se trataba de una doble fuga --de gas y de agua-- que afectaba sólo a la calle y no al interior de los edificios. Al tratarse de una zona al aire libre, los técnicos del gas aconsejaron que los vecinos quedaran confinados en sus casas, mientras cortaban los suministros de la zona, según fuentes policiales y municipales. Esto explica que varias personas aseguraran haber querido abandonar sus pisos y que los mossos se lo impidieron. Muchos vecinos se quejaban ayer de esta prohibición por estimar que se había puesto en grave riesgo su vida.

Los técnicos aconsejaron también a los mossos y a los policías locales que cortaran la rambla, entre las calles de Mozart y Beethoven, lugar de paso hacia la estación de metro, situada a unos 50 metros.

Poco antes de las 6.30 horas, un vecino del número 66 se quejó del fuerte olor a gas que subía por la escalera del inmueble. Un testigo aseguró que mientras el vecino hablaba con los expertos se apagó la luz y que una persona de otro rellano apretó el pulsador. La luz regresó y después se produjo la explosión. "No existía sensación de riesgo de explosión", afirmó la consejera de Interior, Montserrat Tura, en el lugar del suceso. La consellera defendió el protocolo de actuación empleado, porque es muy poco habitual que una fuga en la calle provoque una gran explosión. "Viendo lo que ha ocurrido, no sólo habríamos desalojado el edificio, sino el barrio entero", dijo.

CONTRADICCIONES Según fuentes de Gas Natural, se creó una gran bolsa de gas en los bajos del edificio, después de que una fuga de agua rompiera la tubería de gas y éste se filtrara al edificio. Un técnico de Agbar calificó de disparatada esta hipótesis. "No vamos a entrar en especulaciones que pueden generar alarma social. Nuestros ingenieros sostienen que es más que improbable que una fuga de agua pueda reventar una conducción de gas", señaló.