Tres trabajadores del complejo petroquímico que Repsol tiene en Puertollano (Ciudad Real) fallecieron ayer y otros siete resultaron heridos en un incendio originado por una explosión cuyas causas aún se desconocen. La cifra de fallecidos, sin embargo, podría ser mayor ya que algunos heridos --que sufrieron quemaduras en casi el 100% de sus cuerpos-- permanecían ayer en estado "muy, muy grave" en varios hospitales de Madrid, según fuentes médicas.

El suceso se produjo a las 8.15 horas en el área de refinería del enorme complejo, ubicado a unos tres kilómetros de Puertollano, donde sus habitantes escucharon la fortísima explosión e, incluso, la sintieron en sus casas. La detonación se produjo en uno de los siete tanques de almacenamiento incluidos en una cubeta que en total albergaba 8.600 metros cúbicos de gasolina refinada, almacenada y lista para su venta.

El suceso pudo ser mucho más grave. "Los tanques están lejos de la zona donde se realiza la actividad principal del complejo, la refinería, que es donde se trata el crudo. De haberse producido ahí, el siniestro hubiera tenido consecuencias mayores", explicó una portavoz de la multinacional.

DE UNOS A OTROS

Los siete tanques ardieron a lo largo del día ya que el fuego comenzó en uno de ellos, pero se fue propagando a los otros. Sin embargo, y a pesar de la espesa columna negra, fuentes de Repsol aseguraron que el personal de emergencias controlaron el fuego a primera hora de la tarde y descartaron la posibilidad de que se traspasara a otra cubeta.

Esa posibilidad todavía existe, pero es muy remota, según añadió el presidente de Castilla La-Mancha, José Bono (PSOE), tras hablar con los técnicos. Estos le informaron de que los bomberos estaban utilizando unos aspersores muy potentes para que el fuego quedara aislado en la cubeta dañada. Además, enfriaron las instalaciones colindantes para evitar que el fuego se propagara.

Los técnicos también descartaron la posibilidad de activar el plan de emergencias exterior, que hubiera supuesto la evacuación de los vecinos de Puertollano, al menos, de los que viven más cerca del complejo.

VISIBLE A 30 KILOMETROS

A última hora de la noche, el fuego seguía vivo y visible a unos 30 kilómetros de Puertollano. Los bomberos no lo extinguieron porque, al tratarse de gasolina refinada, la única opción que hay es dejarla que se consuma por sí misma, algo que podría tardar un par de días, según Repsol.

La multinacional abrió ayer una investigación para aclarar las causas del gravísimo siniestro, el primero que ocurre en la planta con gasolina refinada. A última hora de la noche de ayer, los responsables de la multinacional no tenían ni la más remota idea de lo que pudo pasar.

ESPECULACIONES

Los sindicatos tampoco se aclaraban. "Es muy raro que arda gasolina que ya está almacenada y preparada para su venta", explicó Jesús Camacho, de CCOO. "Quizá lo que ha pasado --añadió-- es que haya rebosado el tanque. Pero todo son especulaciones". Camacho concluyó que el siniestro de ayer no tiene parecido alguno con los otros seis ocurridos en el complejo petroquímico de Puertollano en los últimos 10 años.

Los tres fallecidos son José Artigas Pérez, Mariano Bragado Sobrino y Roberto Fernández Murillo. En el Hospital de la Paz (Madrid) permanecen ingresados cuatro trabajadores.

Los cuatro fueron trasladados en helicópteros desde Puertollano al campus de la Universidad Autónoma de Madrid, donde se improvisó un helipuerto en el campo de fútbol. De allí fueron trasladados en ambulancia a la Paz. Uno de los operarios, de 59 años, tiene quemaduras en casi el 98% de su cuerpo. Los médicos no son nada optimistas. Mientras, en la unidad de quemados del Hospital Universitario de Getafe continuan los otros tres obreros heridos, de 38, 40 y 46 años.

El Ayuntamiento de Puertollano, cuyo alcalde --Casimiro Sánchez Calderón (PSOE)-- remitió hace días una carta al presidente de Repsol por la falta de información tras producirse tres pequeños incendios en el complejo, declaró tres días de luto.