A falta de conocer las conclusiones de la investigación que se lleva a cabo, todo conduce a señalar que un derrame fortuito de gasóleo, durante unas tareas de mantenimiento internas del hospital catalán del Vall d´Hebron, en concreto en su edificio técnico, provocó, a las dos de la madrugada del jueves al viernes, una explosión --sin heridos-- que dejó a oscuras a casi todo el complejo hospitalario, excepto la unidad materno-infantil, el característico edificio en torre del recinto.

El primer complejo hospitalario de Cataluña dispone de un esquema de suministro eléctrico propio y único en España. Cuenta con un edificio técnico --el que ayer se incendió-- donde se recepciona la línea de 11 kV de la red de Fecsa Endesa que proviene de Penitents y de donde, transformador mediante, salen ya las líneas de 400 y 230 voltios, es decir, la corriente ya de consumo. Además, en ese espacio llega una segunda línea, en esta ocasión, procedente de la subestación de Sant Andreu de reserva.

La principal diferencia entre la Vall d´Hebron y los otros hospitales es la existencia, desde 1978 y siempre en el edificio técnico, de una turbina de 4,2 MW de la planta de cogeneración que funciona con gas. Esta planta produce, aproximadamente, la mitad de la electricidad necesaria para el buen funcionamiento del recinto, mientras que la otra mitad correspondería al suministro de Fecsa.

Tras dar la alerta a bomberos y Mossos --que movilizaron a 80 profesionales--, y dada la dependencia absoluta del suministro eléctrico, el hospital se puso en contacto con Fecsa Endesa que, de inmediato, le envió 13 grupos electrógenos.