TGtracias a Guadiana del Caudillo, el mundo entero puede comer fabada: en una fábrica del pueblo se descubrió la fórmula para enlatarla. Guadiana del Caudillo es peculiar por su nombre, su fórmula y su carácter de entidad local menor. Aunque esto último no es tan original porque Extremadura está plagada de entidades locales menores.

Don Benito tiene ocho, Villanueva de la Serena y Montijo, tres, Guadiana es de Badajoz... En Navarra, Castilla y León, Aragón... En casi todas las autonomías hay una Ley de Entidades Locales Menores que regula la financiación de estos enclaves. En Extremadura, no, a pesar de que ha habido al menos cinco intentos de hacer un anteproyecto. Es un tema serio porque la Ley General del Estado no permite regular los problemas nuevos.

Estas entidades dependen para casi todo del ayuntamiento matriz y se dan casos sangrantes. En Valdivia se iba a instalar una industria, la alcaldesa pidió la autorización a Villanueva y tardó seis meses en llegar. En Don Benito, el ayuntamiento gestiona desde 1986 el agua del casco urbano: con unos pocos kilómetros de tubería da servicio a 25.000 habitantes y es rentable. Dejó para la Mancomunidad de Vegas Altas el servicio a las entidades menores: decenas de kilómetros de tubería para 5.000 vecinos dispersos y es muy deficitario. La Junta debería encargar la Ley de Entidades Locales a los vecinos de Guadiana del Caudillo. Si descubrieron la fórmula de la fabada en lata, ¿no van a ser capaces de sacar adelante una ley?

*Periodista