La serpiente multicolor no ha sido tal en Extremadura. El color naranja de los maillots ciclistas ha marcado el recorrido del pelotón formado por una treintena de miembros de la Asociación Amigos de la Bici de Navalmoral que durante seis etapas han pedaleado por la geografía extremeña y por las provincias colindantes. Si el Tour de Francia llega a Barcelona o Londres, ¿por qué no pueden ellos partir de Belvís de la Jara o acabar etapa en Candeleda?

La V Marcha Cicloturista Extremadura en Bici, formada en esta ocasión por unos 480 kilómetros, se ha convertido en un clásico para los miembros de la asociación deportiva morala, que ya se conocen como "ruteros" y que dedican todos los años parte de sus vacaciones para hacer una escapadita sobre dos ruedas con los amigos. Porque sí, son colegas, amigos, como dice el nombre de la asociación. "Nosotros salimos a convivir", explica Juan Carlos Bravo, presidente de Amigos de la Bici. De hecho, reconoce que prefieren ir a pueblos pequeños donde es más fácil integrarse con los vecinos.

A una media de unos 80 kilómetros diarios, la treintena de ruteros (todos hombres -la mujer que participaba otras ediciones no ha podido este año- y todos entre 35 y 61 años -se llaman el ´imserso´-) han finalizado sus etapas en Belvís de la Jara, Puebla de Montalbán, Sotillo de Adrada, Candeleda, Piornal y Navalmoral. Cuatro provincias, 45 municipios, más de 40 horas sobre la bici. "Hay una formación física dispar, así que llevamos dos furgones en los que montar si un tramo se resiste", explica Bravo.

Mientras recuerda la dureza del trabajo de organización de la ruta -asegura que ya ha empezado a mirar cosas para el año próximo-, Bravo no olvida las anécdotas, que hay muchas. No existe el dopaje, pero sí el chorizo y la siesta; no hay transfusiones de sangre, pero sí un poco de ´sandevid´. Las pájaras tampoco forman parte de la ruta, si uno se queda atrás se le empuja o se sube al furgón.

La solera de este evento deportivo, el más importante de Amigos de la Bici, hace que poco a poco crezca su caravana y ya cuenten con dos coches para apoyo y transporte de material y equipaje, además de una moto. "La Federación Extremeña quiere que lo incluyamos en su calendario, pero no nos interesa porque supondría mucho trabajo", afirma el presidente, quien añade que tampoco quieren aumentar el número de socios.

"Nos lo pasamos muy bien. Es una gozada. Y el que va bien físicamente lo disfruta más, pero al final todos cogemos el ritmo", finaliza Bravo, que no quiere olvidar la ayuda de empresas como Gopersa y de los ayuntamientos por donde pasan mientras piensa en el próximo año: "Buscaremos un pueblo donde pasar dos o tres noches".