La actividad del volcán islandés Eyjafjalla se ha reducido de tal manera desde el sábado que los científicos creen que ya ha tocado a su fin el violento episodio que ha trastornado la navegación aérea en el último mes. La mejoría no significa, sin embargo, que la erupción haya concluido por completo y, mucho menos aún, que se descarten nuevos episodios en semanas o meses venideros, precisaron en un comunicado el Instituto de Ciencias, la Oficina Meteorológica y la Universidad de Islandia.

Las organizaciones se limitaron a comentar que el volcán "parece no activo", pero no pudieron precisar más porque, entre otros aspectos, el cráter principal apenas fue observable ayer por la persistencia de la niebla y las nubes. Por ahora, lo único que está claro es que el espacio aéreo europeo cumplió ayer una semana entera sin perturbaciones, una situación inédita desde el inicio de la erupción, a principios de abril. Todos los vuelos despegaron sin problemas.

TREGUA DE PAZ Los vulcanólogos son prudentes porque durante el único precedente con datos fiables, a principios del siglo XIX, el Eyjafjalla estuvo 20 meses en actividad, pero con treguas de paz de varias semanas. Como recordó ayer el MetOffice, el servicio meteorológico británico, los especialistas saben que estas "pausas" son habituales en las erupciones prolongadas. Desde un punto de vista técnico se considera que un volcán está "inactivo" cuando han pasado tres meses sin nuevas erupciones.

Imágenes obtenidas con la cámara por infrarrojos que analiza el calor interno del Eyjafjalla constatan que la temperatura se ha reducido a 100 grados, lo que significa que el volcán está produciendo vapor en lugar de magma y cenizas, según las tres instituciones. También están disminuyendo los temblores en el interior y "acercándose al nivel de antes de la erupción", prosigue el comunicado islandés.

La pluma eruptiva no ha desaparecido, pues el domingo alcanzó una altura de tres kilómetros, pero es de color claro porque está constituida por vapor de agua, es decir, hielo del glaciar circundante que se funde por el calor. "Los observadores proseguirán su seguimiento y emitirán otro pronóstico en caso necesario", concluye el texto.